Todo lo que las personas realizan para producir bienes y servicios causa un impacto en el medio ambiente que se habita, por ello es necesario crear una conciencia de sostenibilidad y allí es donde se hace presente la huella ecológica.
Esa es la causa por la que Bruselas quiere que se informe a los consumidores sobre la huella ecológica de sus compras. Por eso te invitamos a que sigas leyendo y te enteres de que significa y algunos detalles sobre el tema.
¿Qué es la huella ecológica?
La huella ecológica es la manera de indicar el impacto que ejerce la sociedad sobre el medio ambiente, este fue propuesto por William Rees y Malthis Wackernagel en el año 1996. Según se explica cada ser humano cuenta con unos 2.7 hectáreas, sin embargo, el planeta tan sólo es capaz de otorgarle cerca de 1.8 hectáreas (WWF2012), lo que representa que usamos más espacio del que él nos da.
La huella ecológica sirve como herramienta para determinar la cantidad de espacio terrestre y marino necesario para producir todos los recursos y bienes que se han de consumir. De igual manera la cantidad de superficie necesaria para absorber los desechos generados, todo ello usando la tecnología de hoy en día.
¿La huella ecológica sufre un déficit?
De acuerdo a una información suministrada en el año 2006, en el folleto Huella ecológica, datos y rostros, por Cecadesu, en México, se calculaba que la misma era de 3.4 hectáreas por persona. Hay muchos países que en consecuencia sufren este déficit y todo debido a las actividades realizadas por el hombre como: la quema de combustibles fósiles, la agricultura y la ganadería.
Por esto es muy importante que las personas usen de manera sustentable los recursos naturales y el medio ambiente del planeta, para que mantener la huella ecológica, así como ejecutar otras muchas acciones. Los hábitos, decisiones y comportamientos no solo representan como se actúa y piensa, sino también como impactamos el medio ambiente.
¿Cómo podemos mejorar la huella ecológica?
La huella ecológica nace para medir el efecto del modo de vida que tienen las personas, influye en la naturaleza, es decir, es un indicador de la sostenibilidad para cuidarla. Hay acciones que ayudan mucho como usar el coche solo para ir al trabajo o hacerlo en bicicleta, comer productos locales u optar por los de exportación, el estilo de vida define la manera de cuidar el medioambiente.
Cada actividad que se realiza diariamente tiene un efecto muy directo en el planeta, y recordemos que esta esta atravesando una crisis climática y que de no ser solventada a tiempo, será devastadora e irreversible. De acuerdo a un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), entre 2016 y 2020 se ha vivido el quinquenio más cálido de la historia, con un 1,1ºC más de temperatura media.
Este informe de Unidos en la Ciencia 2020, siguió las pautas del secretario general de las Naciones Unidas, y cuenta que unas de las causas que empeoro el clima extremo, está en el aumento de las concentraciones de gases invernadero entre ellos el CO2 y que sin duda alguna afecta la huella ecológica también.
De hecho, la Ley de Cambio Climático prevé que las empresas publiquen su huella de carbono.
La huella ecológica definida por la actividad y reflejada en el planeta
La idea de la huella ecológica como un indicador sostenible que representa, es medir el espacio vital para la producción de una actividad, así como también la biocapacidad del planeta para asumir los residuos generados por la respectiva actividad. Y por ello hay que tener cuidado con el consumo de los recursos y la producción de residuos, ya que son extremadamente superiores y pueden que no se soporten.
¿Cuántos tipos de huellas ecológicas existen?
Hay distintas clasificaciones de huella ecológica existente pero se pueden resumir en 4 grandes tipos:
- Huella ecológica de carbono: con ella se mide la cantidad de emisiones de gas y su efecto invernadero vertidas, a raíz de la actividad diaria de cada individuo. De igual manera lo que se genera cuando se producen los productos y servicios a consumir.
El optar por usar la bicicleta para movilizarse por la ciudad contribuye al bienestar de la persona así como del planeta, son pequeñas acciones que contribuyen. También las organizaciones juegan un papel vital, por ejemplo Santander, de la Net Zero Banking Alliance (NZBA), se comprometió, lograr cero emisiones netas de carbono en 2050.
- Huella ecológica hídrica: es la cantidad de agua dulce necesaria para el uso en la producción de bienes y servicios, este es el recurso por excelencia del planeta y sin duda alguna es uno de los más perjudicados por las actividades del hombre. Las personas deben adoptar hábitos tan sencillos como cerrar el grifo cuando no se use o descongelar los alimentos en la nevera.
- Huella ecológica del suelo: con ella se determina el espacio natural requerido para producir una materia prima específica, hay procesos para obturarlas, que algunos países determinan de acuerdo a las condiciones climáticas específicas. Y por ello se conlleva a deforestar zonas naturales.
- Huella ecológica de materiales: mide la cantidad de materiales primos que se necesitan para elaborar un producto o servicio, recopilando datos de la vegetación afectada en el proceso. Hay que recurrir por alternativas más sostenibles, lo cual ayuda a evitar la sobreexplotación de los recursos.
¿Qué se espera para el 2050 de no cuidar el planeta?
De acuerdo al Informe del Planeta Vivo (IPV) de WWF sino cambiamos los hábitos se requerirán de 2,5 planetas Tierra para soportar las actividades que realizamos. Muchas de ellas como la deforestación, la agricultura insostenible o las prácticas explotación de los recursos de manera ilegal.
Todas estas huellas sociales conllevan a una huella ecológica, que aumentan la vulnerabilidad y para que esta se reduzca, se debe apostar a maneras más sostenibles. Hay que usar con responsabilidad los recursos, y también promover el comercio justo, así como el progreso económico de los individuos. Hay que crear también un compromiso en la lucha por un crecimiento sostenible que deben asumir las personas y las organizaciones, creando conciencia para revertir todo lo causado y avanzar hacia una economía verde, una huella ecológica