La coportavoz estatal de Podemos, Isa Serra, ha subrayado que la regulación del precio del alquiler es de «sentido común», dado que ya forma parte del anterior pacto presupuestario, y ha advertido de que no aplicarlo mandaría un mensaje de que los acuerdos «no valen para nada». Por tanto, es el momento de ser «valiente» y actuar ante el «drama» del acceso a la vivienda.
También ha desgranado que la reforma fiscal con un tipo mínimo del 15% para las grandes empresas en el impuesto de sociedades, junto a las medidas para abaratar el precio de la luz, son algunas de las condiciones principales con las que encaran las conversaciones con sus socio de coalición.
De cara a esa negociación, también ha aludido al impulso a la Ley de Familias y el avance en dos de sus medidas destacadas, una prestación universal por crianza y la ampliación a seis meses de los permisos de maternidad y paternidad.
En rueda de prensa con su homólogo en el partido, Pablo Fernández, la dirigente de la formación morada ha explicado que la regulación del precio del alquiler, en el marco de la Ley de Vivienda, no es una «línea roja» en la negociación sino algo de «sentido común», porque es un acuerdo previo que se alcanzó con el PSOE a la hora de aprobar las vigentes cuentas públicas.
Los Presupuestos de 2022, ha relatado Serra, deben servir para una «recuperación justa» y, en ese objetivo, ha emplazado al ala socialista a dar «este paso» para regular los precios del alquiler ante un mercado que, ahora, responde a los intereses de los «fondos buitre».
SÁNCHEZ DIJO QUE LA SUBIDA DEL SMI SERÍA «INMEDIATA»
Por otro lado y sobre si la subida del salario mínimo interprofesional debe aplicarse ya este mes o en octubre, la coportavoz de Podemos ha citado las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aludió a que el incremento sería «inmediato».
«La ciudadanía no puede esperar más», ha ahondado Serra para demandar también que se debe fijar ya la senda de sucesivos aumentos hasta 2023, cuando finalice la legislatura, para llegar al objetivo de situar el SMI sobre el 60% de la retribución media del país.