Una serie sísmica con epicentros en el entorno sur del mar de Alborán, que ha dejado terremotos que se han podido sentir en Melilla pero también en puntos de Granada, Málaga o Almería, ha registrado, desde principios de abril de 2021 hasta este 3 de septiembre, un total de 2.355 sismos, de los cuales 18 han sido de magnitud mayor o igual a 4 grados, y 129 han sido sentidos por la población, alcanzando su máximo con un sismo de 5,1 el 28 de agosto, mes en que se ha acrecentado la actividad tectónica en la zona.
Así lo ha expuesto la Red Sísmica Nacional en un informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN) actualizado este viernes. El inicio de la serie la sitúan los expertos en el 17 de abril, con un terremoto de magnitud de 3,9 grados. Se trata mayoritariamente de terremotos superficiales, con una profundidad menor de 20 kilómetros y magnitudes inferiores a entre 2,5 y 3. De los 18 iguales o de más de 4, en su mayoría han sido «sentidos con intensidad máxima de III en Melilla». El del 28 de agosto se dejó notar «con intensidad máxima de IV» también en numerosas localidades de la costa de Málaga, Granada y Almería.
Esa jornada de finales de agosto fueron más de diez seísmos los detectados hasta última hora de la tarde, el primero y mayor de ellos con una magnitud de 4,9 grados en la escala de Richter, ahora de 5,1 tras un cambio en la medición. El día después, el mayor de los seísmos registrados alcanzó una magnitud de 3,2 grados, según los datos que fueron facilitados en la web del IGN.
Fuentes consultadas en la Red Sísmica Nacional explicaron que son muchos de ellos réplicas más pequeñas del registrado ese 28 de agosto, las cuales pueden seguir prolongándose por un mes o más tiempo en esta zona de fallas cuya actividad «va a seguir un tiempo» después de un agosto con aumento de la frecuencia y una ligera subida de la magnitud en algunos de estos terremotos.
Inmediatamente por debajo en magnitud al de este pasado sábado, estarían el registrado el pasado 19 de junio, de 4,7 grados, y el 30 de julio, de 4,5. En el área sur de Alborán, se prevé que se sigan registrando terremotos de distintas magnitudes, habiendo habido uno de 6,3 grados en el año 2016, con la particularidad que tiene esta serie de tener el origen en el mar, y por tanto «lejos de la población». La distancia lleva a «atenuar las ondas sísmicas», explicaron desde la Red Sísmica Nacional.
El IGN es una Dirección General del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Ejerce, a través de la Red Sísmica Nacional, las funciones de planificación y gestión de sistemas de detección y comunicación a las instituciones de los movimientos sísmicos ocurridos en territorio nacional y sus posibles efectos sobre las costas, así como la realización de trabajos y estudios sobre sismicidad y la coordinación de la normativa sismorresistente.
RECOMENDACIONES BÁSICAS ANTE UN TERREMOTO
Si se percibe un terremoto, los expertos llaman a tratar de mantener la calma y seguir los consejos del 112, que ha advertido, en relación con la serie sísmica de Granada, que lo idóneo es «siempre quedarse en el lugar en el que se esté hasta que finalice el temblor y no entrar ni salir del lugar» donde uno se encuentre.
Los expertos de la Universidad de Granada (UGR) recomiendan en la web que, en una situación así dentro de un edificio, se busquen «estructuras fuertes» o situarse «bajo una mesa o cama (o junto a ellas)» o un sofá o mostrador, «entre dos filas de asientos (teatros y cines), en un rincón y sobre todo» protegiéndose la cabeza. Hay que mantenerse «alejado de paredes exteriores, ventanas, cristalerías y vitrinas, también de muebles pesados u objetos que puedan caerse». No se recomienda utilizar el ascensor y nunca huir «precipitadamente hacia la salida».