Parece casi un sueño, pero este mercado de fichajes lo ha hecho realidad. Lionel Messi y Sergio Ramos, antiguos capitanes del FC Barcelona y Real Madrid, respectivamente, rivales en tantas ocasiones y con objetivos encontrados en cada temporada; ahora son compañeros en el PSG y se ha visto que mantienen una gran relación. Su talento, experiencia y calidad la pondrán a servicio del conjunto francés que buscará su primera Champions League de la historia; pero aunque ellos pondrán su granito de arena, necesitarán del resto de sus compañeros para hacer magia, algo que han tenido a lo largo de su carrera.
Claro que tanto Messi como Ramos surgieron muy jóvenes y rápidamente llamaron la atención; la cuestión es que solos no pudieron hacer todo lo que consiguieron en sus carreras. Obviamente que su aporte ha sido inconmensurable en cada uno de sus éxitos, pero el fútbol es un juego de equipos y ellos lo saben demasiado bien, por eso se apoyarán en todos, jóvenes y más veteranos. Su buen ejemplo siempre estará presente y por eso todos los equipos luchan por encontrar a esos talentos precoces que hagan más grandes sus escuadras desde temprana edad. Ya en Europa son muchos los que sondean a varios futbolistas menores de 21 años y aunque son muchos los que acumulan un gran potencial solo un grupo pudiera acercarse al nivel del argentino y el sevillano.
4Gravenberch ya sabe lucirse con el Ajax
Como un club acostumbrado a sacar talento de sus categorías inferiores, el Ajax saber reconocer el talento de forma precoz; por ese motivo Ryan Gravenberch ya es uno de los elementos principales en las alineaciones del cuadro neerlandés. Con 19 años es una pieza fija del mediocampo y también cuenta en la selección de Países Bajos; todo debido a que su juego de toque, recorrido del campo, resistencia y llegada al área rival lo hacen vital para el juego del Ajax. Su parecido a Pogba ha hecho que grandes equipos, como el Real Madrid, se interesen en él y no extraña, porque un talento así recuerda al de jugadores como Messi cuando eran jóvenes; ya se verá si llega a convertirse, al menos un poco, en lo que se convirtió el argentino.