Cuando llega el verano, el lugar que seguramente vamos a querer estar es la piscina, porque el calor aprieta y el agua refresca, pero cuidado, porque la piscina tiene cloro y si la concentración del mismo es muy alta, esto puede ser perjudicial para la salud del ser humano, por eso es importante que sepas cómo bajar el cloro.
En particular el niño es el que más disfruta de pasar horas y horas dentro de la piscina, pero se debe estar muy atento, porque la concentración del cloro en el agua puede hacer que sufran de algunas dolencias, ya que existen varios efectos secundarios de permanecer mucho tiempo sumergido en las aguas de una piscina. Sigue leyendo para que sepas más de este tema que estamos seguros que te va a interesar.
3¿Qué efectos dañinos que puede producir un gran nivel de cloro?
Siempre y cuando la concentración de este químico sea la adecuada, eso va a garantizar que el agua seguirá manteniendo su nivel de desinfección por mucho tiempo, pero hay que hacer una verificación periódica de la calidad del agua, porque las piscinas son propensas a una recontaminación, que puede provenir del medio ambiente o por los usuarios.
Pero las autoridades sanitarias advierten que una concentración excesiva de este químico puede producir inconvenientes respiratorios e irritación ocular a los niños, en particular si la piscina se encuentra en un lugar cerrado, como una piscina climatizada o un spa.
También es posible que una persona sufra de algún tipo de condición y que su exposición al cloro está contraindicada, como en loso individuos que sufren de resequedad de piel, porque el agua de la piscina puede poseer un pH que sea mayor al que tiene la epidermis del sujeto, agravando aún más la resequedad.
Otro efecto que puede tener una alta concentración de cloro en el agua de una piscina es un incremento en la irritación de mucosas, como en los ojos o la nariz, riesgo de padecer daños en las piezas dentales, como la caries, a lo que nos exponemos cada vez que se tiene contacto con el agua o se traga agua.
Hay que tener también extremo cuidado con el nivel de concentración del cloro en la piscina porque puede provocar ataques de tos y hasta inconvenientes respiratorios e incluso agravar los problemas de asma. Cuando nos referimos a niños, la condición puede agravarse mientras más pequeños sean y cuanto más tiempo pasen bañándose es peor el riesgo que corren.