Las galletas saladas son un aperitivo muy sencillo que gusta a todos y que se pueden servir solitas o para dipear con alguna salsa, como la de queso cheddar casera que está buenísima. Estas galletas son muy fáciles de hacer y de conservar, así que anímate a prepararlas en casa y disfrútalas cuando quieras.
6El toque emblemático de las galletas saladas
Precalienta el horno a 180° C y a medida que vayas cortando las galletas ve ubicándolas en una bandeja forrada en papel antiadherente.
Las galletas saladas se caracterizan por no levar y por unos pequeños orificios que las hacen reconocibles a distancia. Toma un palillo y pincha la superficie de cada una, de esta manera se evita que suban o se abomben durante la cocción.