Las galletas saladas son un aperitivo muy sencillo que gusta a todos y que se pueden servir solitas o para dipear con alguna salsa, como la de queso cheddar casera que está buenísima. Estas galletas son muy fáciles de hacer y de conservar, así que anímate a prepararlas en casa y disfrútalas cuando quieras.
4Trabaja la masa de forma correcta
Cuando la masa ya esté tomando consistencia espolvorea una superficie con un poco de harina y coloca allí la masa. Comienza a amasar y una vez que se despegue de tus manos estírala utilizando un rodillo. Para hacerlo, puedes colocar la masa sobre un papel encerado cubrirla con otro trozo de papel y pasar el rodillo, de esta manera evitarás que se pegue del mismo.
A medidas que la vayas estirando, cerciórate de no dejarla ni excesivamente gruesa ni muy delgada. Si cuentas con un rodillo especial para estirar masas, este sería el ideal, en caso contrario, déjalas de unos 5 a 10 milímetros de espesor.