Las cabañuelas auguran un otoño lluvioso y un año que estará caracterizado por precipitaciones abundantes, granizo y tormentas, dejando paso a un verano poco caluroso en la Región de Murcia.
Así se desprende del tradicional estudio que realiza cada año hidrológico el cabañuelo de Mula, Pepe Buitrago, basándose en la información que le brindan los animales, las plantas y el cielo, tras concluir San Agustín el pasado día 28, que pone cierre a las cabañuelas. Y es que, recuerda, «está escrito en el cielo todo lo que pasará en el suelo».
El mes de septiembre, que arranca este miércoles, comenzará lluvioso, incluso se prevén algunos días con precipitaciones de carácter abundante; de manera que cada semana «irá a más». Las temperaturas serán muy agradables, incluso «altas para la época a final de mes», predice este muleño, que lleva más de 60 años realizando dicho estudio.
Septiembre dará paso a un otoño que estará marcado por «fenómenos adversos, será distinto al de años anteriores, con lluvias torrenciales y tormentas de granizo abundante». Comenzará con viento y en su segunda semana con tormentas para continuar con lluvias generosas.
Noviembre, dice este muleño, será un mes «desapacible», ya que habrá de todo, «lluvia, viento e incluso llegarán las primeras nevadas a finales de mes».
El invierno será una estación «lluviosa, puntualmente podrían haber tormentas y precipitaciones de carácter torrencial». Diciembre entrará con frío y nieve por encima de las 900 metros, lluvias con tormentas amediados y finalizará con temperaturas muy bajas y heladas con escarchas peligrosas.
En enero se prevé que «aparezcan las nevadas de verdad por zonas incluso bajas» y febrero estará caracterizado por «viento muy fuerte de norte y frío severo, algunas lloviznas de poca importancia a principio pasando a ser más generosas en la segunda quincena». «Si truene en diciembre buen año el que viene», dice el refrán según el cabañuelo.
La primavera, expone, será lluviosa también, con precipitaciones «más prolongadas en el tiempo y puntualmente fuertes, con granizadas y mucho aparato eléctrico, siendo el granizo de un tamaño poco común».
Espera el cabañuelo de Mula «una primavera como las que hacía tiempo no veíamos los mayores y nunca los menores de 40 años», aunque está a la espera de la información que le brinden los tradicionales veranillos se San Miguel y San Martín, entre otros datos.
El verano de 2022 será poco caluroso, prevé Buitrago, que vaticina que «no hayan más de dos olas de calor». «El resto sería normal, con tormentas varias y lluvias puntualmente fuertes o muy fuertes en Molina, Totana y Jumilla», finaliza.