El mercado de fichajes sigue moviéndose de forma frenética ahora que se acerca al final y uno de los protagonistas ha sido un Saúl Ñíguez que ha acaparado los focos, aunque en su caso por quedarse en el Atlético de Madrid. En este verano muchos medios lo han visto fuera de la escuadra rojiblanca; pero ya sea por una cosa u otra, al final todas las negociaciones se han caído y el ilicitano ha tenido que aceptar que pertenece al club de la capital española, por mucho que esto parezca pesarle. Ya a muy pocos días de cerrarse la ventana de fichajes su permanencia es algo que se da por descontado y para eso los motivos serían múltiples.
Con el canterano han sucedido algunas cosas extrañas que le han impedido marcharse. Pese a que en cada una de las ocasiones las partes estaban de acuerdo, todo decía que se marchaba y faltaban solo unos flecos para despedirse de él; todo se torcía al final. La última oportunidad parece que se le ha escapado de las manos a un Saúl que no vería con malos ojos su salida; pero en caso de hacerlo ha puesto unas condiciones que si no se cumplen se quedará en el Atlético de Madrid, tal y como parece que sucederá, pues todas sus vías de escape, así las hubiese buscado o no, están cerradas.
4Un contrato que lo bloquea todo
Al ser una de las antiguas piezas vitales de Diego Simeone, la verdad es que Saúl siempre tuvo un papel principal; sin embargo, varios motivos lo orillaron hacía el banquillo, algo que terminó de suceder gracias al mal rendimiento que ha tenido en las últimas temporadas. Sin embargo, cuando tenía un rol protagónico, el Atlético de Madrid no dejó de renovarlo, aumentarle el salario y prolongar su vínculo; por eso ahora tiene contrato hasta el 2026 y una cláusula de rescisión de 150 millones de euros. Ante esa perspectiva, el equipo rojiblanco no quiere perder y por eso pone tan difícil su marcha.