Dentro del FC Barcelona las cosas no parece que vayan del todo bien; claro está, esto en la parte deportiva, pues en lo institucional están más que agitadas y en lo económico hay una crisis total que tardará en solventarse. Lo cierto es que el club azulgrana vive momentos más que difíciles y quienes querían agarrarse de los resultados del equipo que dirige Ronald Koeman tendrán que sufrir bastante esta temporada; algo que se pudo comprobar ante el Athletic Club y, sobre todo, ante el Getafe. Y es que pese arrancar con una goleada ante la Real Sociedad, el empate ante los rojiblancos y la aburrida victoria contra los azulones manda un claro mensaje de que los extraordinario ya no parece abundar del lado de la escuadra catalana.
Por supuesto que la plantilla del Barcelona está más que capacitada para dar la pelea; pero ese toque especial, ese punto de lucidez o la confianza de que algo puede pasar ya no lo ejerce en todos los partidos la figura de un Lionel Messi que se marchó al PSG. Esa salida tan dolorosa del argentino y la falta de un fichaje de relumbrón, ambas cosas ocasionadas por la crisis económica instalada en el club, son por las que la falta de fe disminuye con el correr de las jornadas. Si bien el Barcelona ahora tiene siete puntos y ocupa los primeros lugares, la ilusión no es algo que esté instalado de su lado, por eso los refuerzos son algo que se piden a estas alturas; aunque se sabe que será imposible. Pero eso puede cambiar en el futuro, porque en enero pueden llegar noticias en forma de fichajes.
3Messi ha dejado un vacío enorme
Obviamente que la razón máxima por la que se están buscando fichajes con desesperación tiene que ver con esa sensación de fragilidad que ha quedado del equipo tras la marcha de Lionel Messi. El argentino trató e intentó todo para quedarse en el Barcelona, incluida una rebaja en su salario de 50%; pero tras todo eso, los problemas económicos del equipo blaugrana han sido tan graves que no ha podido quedarse. Su relación con Laporta se rompió de forma definitiva y tras una despedida muy por debajo de lo que se merecía, se marchó al PSG donde fue recibido por todo lo alto. Sin Messi ya no hay ese milagro en cada jugada y ahora será el trabajo de equipo el que le supla; pero a duras penas puede hacerlo y por eso la llegada de un crack se antoja como algo clave.