Los embutidos forman parte de una tradición culinaria en España para combatir la fatiga y el frío, y desde entonces forman parte de la dieta de muchos comensales. Pero crean una controversia para muchos, son demasiado sabroso para el paladar, pero muy poco saludables para el organismo, por los componentes que integran su preparación.
Los embutidos sin lugar a dudas forman parte de la tradicional cocina culinaria española, aportando sabor y color a muchos de los platos de cuchara, que se pueden comer en cualquier momento del año, pero sobre todo cuando con bajas temperaturas. Los embutidos tradicionalmente se usaban por los abuelos juntos con las patatas y hortalizas.
9Mortadela poca carne en su preparación
La típica mortadela es unos de los embutidos menso recomendables de adquirir, aunque se use mucho para preparar los desayunos y meriendas de los niños. Y todo porque sus ingredientes generales, no llegan al 50% de carne, y sumado a ello que el resto es fécula, aditivos y grasas (25 g en total y 10 g son grasas saturadas).
Y debido a que la OMS recomienda consumir tan solo menos del 10 % de grasas saturadas del total de las calorías, con este tipo de embutidos, se sobrepasa este límite y lo hace muy calórico.