Si bien el guacamole es utilizado con frecuencia para acompañar fajitas, tortillas y sandwiches de diferentes carnes, esta es una receta vegetariana por excelencia. El guacamole es todo un clásico mexicano que a todos les encanta e indistintamente del lugar del mundo en el que te encuentres, siempre conseguirás una versión de esta exquisitez mexicana.
Prepara en casa el más rico guacamole
Aunque cada vez es más frecuente conseguirlo en los mercados y tiendas, no hay nada que se compare con el guacamole casero. Una vez que lo preparas en casa, ya no querrás sino comerlo así, cacerito y con tu toque personal y distintivo. En su país de origen sucede como con otras recetas, en cada región tienen su propia adaptación y en lo que si coinciden es en el toque picante, que puede ser desde muy ligero, hasta considerado como fuego.
Te voy a compartir los pasos para hacer un guacamole casero que resultará tremendo. Sé que te encantará. Con esta receta puedes hacer tu propia adaptación y añadir más picor si así lo deseas.
Los ingredientes básicos para un rico guacamole
Si bien cada quién tiene sus preferencias, se coincide, casi que de forma unánime en que un guacamole para que sea bien rico, debe constituirse con tomates, cebolla, chile serrano, limón, cilantro y por supuesto los más ricos y maduros aguacates. Así de sencilla es la lista de ingredientes necesarios para esta famosa creación.
Como ves, los ingredientes son muy básicos, por esta razón todos deben estar perfectos para dar lo mejor de sí. Los aguacates deben estar maduros, firmes y hermosos. Para saber cuando está en su mejor momento, bastará con que lo toques con tus dedos; si la carne no cede ni un poco, es sinónimo de estar verde, así que deberás dejarlo unos días hasta que esté en su punto.
Para reconocer a un aguacate maduro, lo sabrás cuando apoyando tu dedo la carne cede un poco, ligeramente. En caso de que estén verdes, no los guardes nunca en la nevera, lo mejor será envolverlos en periódico y dejarlos en la encimera o un sitio cálido. Estará en su punto rápidamente.
Proceso de elaboración del guacamole mexicano tradicional
Si te viene visita el fin de semana o vas a disfrutar de un encuentro de futbol desde la sala de tu casa en compañía de unos amigos y unas cuantas cervezas frías, anota en tu lista de compras lo que necesitarás para este rico guacamole casero y no te arrepentirás.
Paso 1
Para comenzar pela y pica muy finamente 1 cebolla. Lava 2 tomates pera pequeños y pícalos también finamente. El tamaño de los cubos de cebolla y tomate debe ser pequeño; los mismos deben sentirse pero no mucho. La textura debe ser la de una crema con pequeños tropezones, así que evita que quede como una ensalada.
Paso 2
Corta unos 4 aguacates medianos que estén maduros por la mitad. Los medianos están más llenos de sabor y su textura también será mejor. Cuando los cortes, retira el hueso, y con una cuchara de plástico o madera retira la pulpa. Cuando prepares el guacamole casero, opta por utensilios de plástico o de madera. De igual forma, no deseches el hueso de inmediato, mantenlo dentro del bol en el que vas añadiendo la pulpa.
Cómo mezclar los ingredientes
Una vez que están cortados los tomates y la cebolla, y se ha retirado la pulpa de los aguacates, es el momento de unificar los ingredientes. Tradicionalmente en México, el guacamole se tritura en un molcajete, el cual es un mortero fabricado en piedra. En sus orígenes, así se hacía, y en algunas zonas se le sigue preparando de esa manera. Algo parecido al tradicional alioli, el cual muchas personas disfrutan hacer con los métodos más típicos.
Paso 3
En caso de que tengas un molcajete en casa, puedes recurrir a este. En caso contrario, utiliza un tenedor de plástico o de madera para triturar el aguacate. Antes de comenzar a aplastar la pulpa, exprime el zumo de una lima sobre el aguacate. Ahora sí, comienzas a triturar. No hace falta que quede una textura sumamente lisa, de hecho queda mejor con unos pequeños y cremosos tropezones.
Paso 4
Añade sobre el aguacate triturado 1 cucharada de hojas de cilantro fresco (solo las hojas). Si son muy grandes, utiliza tus manos para trocearlas un poco. Agrega el tomate con la cebolla finamente picada y espolvorea sal a tu gusto. (no te excedas con la sal). Para dar el toque de picor perfecto, pica muy finamente un chile serrano y añádelo. En caso de que no te agrade el guacamole picante, puedes evitar añadirlo. Mezcla todos los ingredientes con cuchara de madera de forma envolvente, para así no modificar la textura un poco irregular de la crema.
Disfruta tu guacamole casero como quieras
Una vez que tengas listo tu guacamole casero, rectifica la sal y el picante y añade un poco más si es tu elección. Para disfrutarlo tienes tantas opciones como se te puedan ocurrir. Con unos nachos de maíz quedará genial, lo mismo si preparas una rica salsa cheddar casera y sirves una bandeja de salsas con tostadas.
En México suelen comerlo acompañado de chicharrón, si te gusta la idea, puedes hacer unos chicharrones de harina y te vas a deleitar de lo más divino acompañándolos con este guacamole.
En caso de que te sobre un poco (cosas que no creo que pase), para guardarlo y que se conserve muy bien, coloca dentro del bol en el que lo guardes uno o dos huesos de aguacate. Cubre muy bien con un trozo de papel film para que no haga contacto con el oxígeno y así evitaras que se ponga negro. Hazlo de manera tal que el film toque al guacamole. Estará perfecto por un par de días.
Si te gusta el picante, pero no mucho, prueba añadir unas gotitas de tabasco en lugar del chile serrano, también puedes probar con una guindilla y ajustar el picor a como más te guste.