Una investigación de la Universidad de Sevilla (US) trabaja en potenciar la agricultura verde gracias a aplicaciones microbianas, en concreto, estudia un arma molecular que usan las bacterias para eliminar a sus competidores.
Según ha informado la Universidad de Sevilla en una nota de prensa, Patricia Bernal, investigadora Ramón y Cajal del departamento de Microbiología de la facultad de Biología de la US, trabaja con la bacteria ‘Pseudomonas putida’, un agente de control biológico que se encuentra en el suelo y en las raíces de plantas y que, como tal, tiene la capacidad de proteger a las plantas del ataque de patógenos (organismos que causan enfermedades) de plantas también conocidos como fitopatógenos.
Precisamente, la investigadora de la US estudia un arma molecular que usan las bacterias (Sistema de Secreción de tipo VI o T6SS, por sus siglas en ingles) para eliminar a sus competidores. El T6SS se podría comparar a un arpón con la punta envenenada que las bacterias lanzan a sus enemigos para aniquilarlos.
En un reciente trabajo, que acaba de ser publicado en la revista científica PNAS y en el que Patricia Bernal ha trabajado con investigadores del Imperial College London (Reino Unido) y la University of Texas at Austin (EEUU), los autores describen un nuevo modelo de ensamblaje de esta maquinaria bacteriana que le permite ser articulado de forma muy rápida y disparado instantáneamente.
El conocimiento a nivel molecular de este mecanismo de protección es fundamental para optimizar los procesos de biocontrol que permitirán el cambio hacia una agricultura más sostenible. «Los microorganismos tienen la respuesta para reconciliar a los seres humanos con la naturaleza», ha destacado Bernal. «Entre otras cosas, los agentes de biocontrol van a permitir virar hacia una agricultura respetuosa con el medio ambiente y con la salud de animales y personas», ha agregado.
En una investigación anterior, la investigadora de la US ya había descrito el T6SS como uno de los mecanismos claves usados por la citada bacteria para la eliminación de fitopatógenos y la protección de los cultivos.
La agricultura extensiva permite cubrir las necesidades nutricionales de los miles de millones de habitantes del planeta se basa en el uso de productos químicos (pesticidas) que evitan las pérdidas de las cosechas por plagas.
Sin embargo, estos pesticidas tienen un efecto negativo en la salud humana y contaminan los suelos y aguas subterráneas. El uso de microorganismos beneficiosos para el control de las enfermedades en plantas de interés agrícola, conocido como control biológico o biocontrol, propone una alternativa sostenible a los pesticidas químicos para la protección de los cultivos agrícolas.