La casa de papel nos ha regalado muchos personajes. Tokio, interpretado por Úrsula Corberó, se ha convertido en el favorito de la gente. Es un papel que tiene encima muchísimo que contar, y cuenta con una carga emocional que lleva en sus venas como guerrera que es hasta el final. Ese espíritu de nunca rendirse es el que hemos visto de este rol, y ha sido de gran influencia para la Banda de atracadores y para el propio Sergio Marquina. Y es que, con todo y que él es la mente maestra de todo el atraco, hay que decir que no hubiese sido nada sin la presencia de Silene Oliveira, nombre original del personaje.
Claro, en el grupo es la líder, y aunque no lo creas, la catalana estaba destinada a darle vida a esta narradora y protagonista. A día de hoy, resulta impensable que otra figura pública lo hubiese hecho igual o mejor que ella. Es como si el director hubiera creado esta personificación pensado en ella, ya que calzó desde el día uno. Y estamos convencidos que el final de temporada será la oportunidad para confirmar una vez más que este papel le quedó como anillo al dedo.
3Una protagonista que lo tiene todo y ha dejado en alto a La casa de papel
En La casa de papel hay dos aguas que se mueven de una forma interesante. La primera gira en torno a El Profesor. Un hombre sabio, imaginativo, de todo se da cuenta y siempre tiene un as bajo la manga. Y por el otro, están sus secuaces comandados por Tokio y compañía. Era justo y necesario que la trama estuviese amenizada por una actriz con temple, y que no le tuviera miedo a las adversidades, porque le venían demasiadas. Esa no podía ser otra que Úrsula Corberó.
Hablamos de una mujer a la que hemos visto crecer en la tele. Desde Atresmedia en conjunto con Vancouver Media, y el gigante digital, le dieron ese testigo para que llevara en sus genes todo el peso de la historia. De hecho, su labor de narradora es de lujo; su actuación ha dado lugar para que muchos la vean como un ejemplo a seguir. Ha dado más de lo que Pina y su equipo pedían para este rol.