Durante los últimos días las cosas en el FC Barcelona han estado muy agitadas. La salida de Lionel Messi, al que todavía muchos lloran; los problemas económicos del club que traen de cabeza a Joan Laporta; esa guerra con LaLiga Santander para inscribir a los nuevos fichajes; las negociaciones con algunos jugadores, ya sea para que se bajen el sueldo o se encuentren un nuevo destino. Precisamente es en este último apartado en el que el club está encontrando más problemas, pues ya Gerard Piqué se rebajó el sueldo y con otros futbolista se está negociando para que hagan lo mismo; no obstante, en las salidas están todas atascadas debido al poco esfuerzo que están haciendo los descartes de Koeman para marcharse.
Ya el técnico neerlandés les habría comunicado a varios que no tendrían tantos minutos como querrían en esta temporada; por lo que lo mejor sería que se buscarán un nuevo equipo en el que desarrollar su fútbol. El problema es que a todos los que se lo ha dicho no reciben ofertas; se niegan a marcharse, ya sea porque sin muy ilusos o porque simplemente no quieren; o se esconden en excusas para no irse. La situación está al límite en un Barcelona que necesita aligerar la plantilla y la masa salarial; pero nada de lo que hace ayuda que eso suceda, pues los descartes siguen en el club aún ahora que faltan pocos días para el final del mercado.
4Riqui Puig no quiere salir del Barcelona
Uno de los casos más extraños que hay en este Barcelona no es otro que el de Riqui Puig. A diferencia de Umiti, el canterano cae bien, tiene todo el ánimo del mundo en desarrollar su carrera y la alegría de saltar al terreno de juego con la camisa del Barça; sin embargo, el resultado que tiene de parte de Koeman es el mismo que el francés: no verá minutos esta campaña. Al defensor le han dicho por activa y por pasiva que debe salir del club, pero él no quiere prestarle atención pues solo piensa en su contrato y los 7 millones de euros que cobra ; mientras que el caso del oriundo de Matadepera es igual, la única diferencia que él no se quiere quedar por dinero, sino por la emoción de estar en el club azulgrana.
El canterano no entiende de ninguna forma que no va a ver minutos, tal como le sucedió la campaña pasada. Sus oportunidades de jugar en este mediocampo en el que tiene tantos hombres por delante son nulas; el problema es que Riqui Puig no quiere entender, ni de forma directa ni indirecta, que debe salir del Barcelona. El neerlandés no lo tiene en sus planes y por mucho que se esfuerce, sonría y lo intente no va lograr hacer que cambie de opinión; porque esta fórmula la aplicó la última temporada y no le funcionó. Su carrera solo levantará cuando salga y demuestre su talento en otro club, solo falta lo más difícil: que entienda que no jugará en el Barça.