Probablemente eres uno de los miles de personas con miedo a las agujas. Solo con verla ya se nos ha puesto el rostro pálido y queremos salir huyendo del sitio que sea.
Y es que sin importar cuánto puedan hablarte o decirte que todo estará bien, el miedo a las agujas se apodera de ti. Simplemente temes de que ese filo toque tu piel y desistes de aquella idea con pánico.
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La verdad es que si eres uno del club, no estás solo. Hay miles de personas alrededor del mundo con miedo a las agujas y no significa que haya algo malo en ellos a nivel clínico.
Este miedo es conocido como tripanofobia y aproximadamente un 10% de la población mundial padece esta fobia. De hecho el temor por las agujas es bastante común, así que en caso que seas parte del club de los temerosos, no hay nada de que avergonzarse.
Si es necesario conversarlo con algún psicólogo, no hay problema alguno. O en caso que quieras enfrentar tu miedo de forma despacio y en casa con algún médico o enfermera conocida, también es válido.
Pero lo que se debe tratar de dispersar es el miedo. Ya que durante la vida, será necesario que en varias ocasiones nos enfrentemos a las agujas. Ya sea por exámenes de rutina, tratamiento o en otros casos.
¿Cómo puedo saber si tengo miedo a las agujas?
Es posible que puedas detectar si padeces miedo con respecto a las agujas. Ten en cuenta que es el resultado de algo llamado tripanofobia, así que las reacciones que se suelen presentar son las siguientes:
- Ansiedad.
- Angustia.
- Náuseas y mareos.
- Desmayos.
- Sudoración.
- Taquicardia.
- Ataques de pánico.
Algo tan simple como una inyección puede desencadenar estos síntomas en la persona con miedo a las agujas. En algunos casos extremos, las personas que padecen de esta fobia prefieren optar por no someterse al procedimiento.
En caso de rechazar cualquier tratamiento o examen, es posible que se exponga a riesgos ya que si requiere algún tipo de tratamiento a través de agujas por alguna enfermedad, lo perderá.
Es por ello que existen algunos trucos y métodos para superar el miedo a las agujas. Desde asistir a terapia hasta ejercicios de relajación, cada uno muy útil a la hora de afrontar las agujas.
El miedo es válido pero también es válido superarlo y emprender un camino diferente. Pero es necesario estar dispuesto.
¿Cuáles son los mecanismos para enfrentar mi miedo y superarlo?
Es cierto que puede leerse algo un poco tonto, pero para aquellas personas que padecen de miedo a las agujas, es un temor real. Que ocasiona incluso complicaciones y un nivel de estrés muy alto, ya que sienten temor a someterse a algo que les desagrada.
La terapia psicológica es una útil herramienta con resultados muy eficaces. En el caso de las fobias, los tratamientos psicológicos tienden a aplicar algunos métodos como la terapia cognitivo conductual o la terapia por exposición.
Aunque en el caso de la tripanofobia, el tratamiento empleado suele ser diferente. Se aplica la técnica conocida como tensión con o sin aplicación, en la que el especialista incrementa el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Como resultado de esto evita que el paciente se desmaye ante la presencia de unas agujas.
Ejercicios para relajarse
Este método no está centrado en cómo superar la tripanofobia, ya que se enfoca en cómo puedes actuar al estar en presencia de unas agujas. De esta forma podrás evitar la ansiedad, las náuseas o los desmayos. Esta técnica busca que estés totalmente relajado al momento de la inyección.
Para ello puedes hacer lo siguiente:
- Relaja tu cuerpo lo más posible antes de que el agua entre en contacto con tu piel.
- Puedes respirar profundamente, esto ayuda a relajar los músculos.
- La mente juega un papel importante, es por ello que puedes visualizar cualquier cosa que te calme o relaje.
- Puedes cerrar los ojos o apartar la vista a otro punto para facilitarte el trabajo.
De esta forma podrás disminuir el miedo y la angustia.
Dile adiós al miedo por las agujas
La respiración es fundamental para conseguir relajarse. Para ello puedes practicar la respiración diafragmática, es decir, pausada y profunda. Existen muchos ejercicios respiratorios para cada trastorno, por lo que puedes buscar el que más se adapte al síntoma que suela presentarse cuando estás en presencia de una aguja.
Podrás aplicar estos ejercicios antes de que el agua entre en contacto con tu piel o mientras estás recibiendo la inyección. Lo importante es que los realices y así poder mantenerse bajo control durante el procedimiento.
Si eres de las personas a las que les gusta hablar, este consejo es el mejor que podrás tomar. No solo te ayudará a distraerte a lo largo del procedimiento, sino que te será útil que un profesional pueda darte algunos consejos sobre cómo actuar durante las inyecciones. Esto podría ayudar además a relajarte al aliviar la tensión que puedan sentir.
Si vas acompañado con algún amigo o familiar, también es buena idea que entables alguna conversación con ellos. De esta forma no notarás cuando el agua entre en contacto con tu piel y te sentirás más seguro en todo momento.
