La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha presentado una enmienda de su reclamación antimonopolio contra Facebook, que había sido inicialmente desestimada el pasado mes de junio, alegando que la multinacional recurrió a un esquema ilegal para adquirir empresas competidoras de éxito o enterrar a aquellas que pudieran amenazar su dominio.
A finales del pasado mes de junio el juez James Boasberg del Tribunal del Distrito de Columbia determinó que las alegaciones contra Facebook presentadas por la FTC eran «insuficientes», por lo que desestimó su demanda señalando que la agencia federal no había alegado suficientes hechos para establecer de manera plausible que Facebook tiene poder de monopolio en el mercado de servicios de redes sociales personales.
No obstante, el juez concedió 30 días a la FTC para enmendar su reclamación y volver a presentar una demanda, plazo que se prorrogó posteriormente hasta el 19 de agosto.
En la enmienda a su reclamación, la FTC acusa a Facebook de que al carecer de amenazas competitivas serias la compañía «ha podido perfeccionar un modelo publicitario basado en la vigilancia e imponer cargas cada vez mayores a sus usuarios».
«Facebook carecía de la perspicacia empresarial y el talento técnico para sobrevivir a la transición a los dispositivos móviles y al no poder competir con los nuevos innovadores, Facebook los compró o enterró ilegalmente cuando su popularidad se convirtió en una amenaza existencial», dijo Holly Vedova, directora interina de la Oficina de Competencia de la FTC.
«Esta conducta no es menos anticompetitiva que si Facebook hubiera sobornado a competidores emergentes de aplicaciones para que no compitieran», añadió.
En este sentido, la enmienda a la reclamación presentada por la FTC señala que los ejecutivos de Facebook abordaron esta amenaza existencial comprando a innovadores móviles, incluido su rival Instagram en 2012 y la aplicación de mensajería móvil WhatsApp en 2014, que habían tenido éxito donde Facebook había fracasado.