Las croquetas son un plato que les gusta tanto a los niños como a los adultos. Son muy versátiles y son la manera perfecta de aprovechar algún sobrante de guiso de pollo, pollo asado, carne o los últimos trozos de jamón que queden en la nevera.
Si bien las croquetas fueron un plato de la nobleza francesa a mediados del siglo XVIII, rápidamente saltaron a la mesa de todas las personas por su fácil elaboración, además resultaba un plato más barato que permitía como sucede en nuestros días, aprovechar los alimentos del día anterior.
Aunque hacer este rico manjar crocante por fuera y cremoso por dentro es realmente sencillo, es posible que se vaya la mano al añadir sal y resulten más saladas de lo que se desean. También es posible que la bechamel resulte muy blanda, sin embargo todo tiene solución. Así que no permitas que un error te haga desistir de preparar las más ricas croquetas.
El exceso de sal en la comida, malo para el paladar y malo para la salud
Comer un plato que tenga un exceso considerable de sal es un castigo para el paladar; ahora bien, no solo el paladar sufre cuando se te pasa la mano añadiendo sal a una comida.
La sal en exceso aparte de dejar un sabor nada agradable en la boca, también puede llegar a causar enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, disfunción renal y retención de líquidos. Si bien es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, debe cuidarse la cantidad que se ingiere de manera diaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de 5 gramos de sal al día; y aunque suene como muy poco, no es así, especialmente si consideramos que solo una pizca de sal basta para sazonar una comida.
Así que tanto para preparar las crujientes croquetas, como para preparar cualquier platillo, cuida la cantidad de sal que vas a añadir en cada ocasión.
Evita una salsa bechamel muy salada
Unas deliciosas croquetas nacen de la mano de una rica bechamel. Esta es la base para prepararlas con ese crujientico tan divino y esa cremosidad tan característica. Cuando vayas a preparar la bechamel, ten en consideración el relleno que usarás para la croqueta.
Si piensas usar jamón serrano, jamón ibérico o algún guiso sobrante del día anterior, ten en consideración lo salado que pueden llegar a ser estos. Así que al momento de sazonar la bechamel, recuerda añadir menos cantidad de sal e ir verificando y ajustando una vez que comienzas a añadir los otros ingredientes.
Sin embargo, es comprensible que se te pueda ir la mano al momento de añadir la sal, pero no te preocupes, esto es algo que tiene solución. Conoce cómo hacer una bechamel perfecta y sin grumos para unas croquetas de impacto.
Salva en segundos unas croquetas saladas
Hay dos momentos cruciales para saber si las croquetas están muy saladas: cuando se hace la masa y se prueba, y cuando ya están las croquetas fritas y listas. En el primer caso es muy sencillo de reparar. Sin embargo en el caso de percatarte cuando ya están fritas, la cosa se pone difícil.
En el caso de darte cuenta cuando ya las tengas fritas, el único remedio es deshacer las croquetas y mezclarlas con purés de patatas y hacer otro tipo de preparación, como un rico pastel de patatas al horno que aproveche también el sabor de las croquetas.
Para evitar cometer el error de darte cuenta muy tarde… verifica muy bien el nivel de sal en tu masa y una vez que frías la primera croqueta, pruébala para comprobar que está perfecta.
Si te das cuenta de que se te fue la mano con la sal teniendo la masa sin freír, el panorama es otro, y existen varias opciones para ti.
Masa de croquetas salada… ¿Cómo las salvo?
Pensemos un poco en el mejor de los escenarios: te encuentras preparando la rica masa para tus croquetas y decides probar un poco antes de comenzar a darles forma para rebozarlas. De pronto: ¡horror! Apenas las pruebas sales corriendo por agua, se te ha ido la mano con la sal.
Aunque puedas sentirte horriblemente mal, tranquilo, esto es algo más común de lo que crees. Y tal como te venía comentando, se debe a preparar la bechamel bien saladita y cuando se mezcla con el resto del relleno se pasa la sazón a mayores. En este caso, puedes resolver en segundos muy fácilmente.
Maneras rápidas de resolver unas croquetas saladas
Te voy a presentar las maneras rápidas de resolver en caso de hacer muy salada la masa y percatarte antes de freír las croquetas.
Masa ligeramente salada
Si la masa te quedo apenas un poco salada, una solución muy rápida es añadir una pizca de azúcar y verificar el sabor. Si bien no se busca hacer una croqueta dulce, apenas un toque de azúcar puede equilibrar la sazón y recuperar la masa; eso sí, esto es válido si está ligeramente más salada de lo que se quiere.
Sabor moderadamente salado
En caso de haberte excedido un poquito más, puedes añadir a la bechamel una cucharadita de vinagre. Aunque no lo creas, el ácido del vinagre neutraliza la sal. Eso sí, cuida no añadir en exceso para no alterar el sabor de las croquetas.
Excesivamente salada
Si casi se te pela la lengua por lo salado, la única solución es preparar una nueva bechamel sin sal empleando la mitad de los ingredientes que habías utilizado e incorporarla a la que está muy salada. Por supuesto, no añadas nada de sal a la nueva. Si bien aumentará la cantidad de masa, puedes congelar el excedente para otro momento. También puedes resolver con estos dos métodos adicionales:
Resolviendo con puré de patata
Otra forma de resolver la masa muy salada, consiste en añadir un poco de puré de patatas sin nada de sal. El puré resolverá de forma muy rápida y dará un rico sabor y textura adicional a la masa. Este es uno de los trucos más recomendados, ya que con una pequeña porción de puré puedes resolver rápidamente.
Pan rallado
Añadir un poco de pan rallado y apenas un chorrito de leche resultará una solución fantástica que puedes utilizar sin aumentar demasiado el volumen de la masa; y además darás una textura más cremosa a las croquetas.