Si bien Gipsy Chef arranca la presentación de este plato asegurando que en Andalucía y Córdoba seguramente querrán cortarle las manos, este salmorejo en ensalada da mucho de que hablar, y no solo por la controversia que desata, sino también porque el mismo tiene una pinta de que sabe muy bien.
Aunque si bien el salmorejo es líquido y se disfruta muy bien de esta manera, comerlo en otro tipo de presentación bien que valdría la pena. Al mirar esta receta me acordé mucho del cojondongo, el gazpacho de Extremadura que no es licuado y que bien puede ser considerado como el antecesor del andaluz.
A la hora de cocinar platos tradicionales, bien vale la pena apegarse a lo que dicta, sin embargo no esta demás adentrarse en el mundo de las innovaciones y regalar al paladar algunas modificaciones que seguramente valdrán la pena. En el caso de esta receta de Gipsy Chef, yo añadiría: no digas que no, si no lo has probado.
4El aderezo, el toque de extremo sabor de Gipsy Chef que te hará quedar como una estrella
Toda buena ensalada que se precie de ser divina, debe llevar un aderezo exquisito y de mucho sabor. Y por supuesto en esta creación de Gipsy Chef, no habrá ninguna excepción. Como un delicioso aderezo o aliño, este realiza una combinación de sabores realmente exótica y de explosivo sabor.
Comienza por pelar una naranja quitando por completo toda la piel incluyendo las partes blancas. Usa la técnica de pelar en vivo para que quede perfecta. Extrae los gajos siguiendo la línea natural de la naranja y resérvalos; no deseches el resto de la naranja, este contiene una buena cantidad de jugo que igualmente vas a necesitar.
Toma 3 dientes de ajo y córtalos en rebanadas finas y corta finamente un trozo de jengibre. Lleva una sartén al fuego fuerte y vierte sobre este un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Antes de que el aceite esté caliente, añade los dientes de ajo y el trozo de jengibre finamente picado. Espolvorea un poco de sal y un toque de pimienta negra.
Apenas notes que las láminas de ajo comienzan a dorarse, exprime los restos de la naranja sobre la sartén, vierte un chorro de vinagre y los gajos de la naranja. Apaga el fuego y déjalo reposar.