Son horas muy tensas las que se viven en Barcelona, todo debido al adiós de Lionel Messi y varios nombres, como el de Antoine Griezmann. La tristeza embarga a una ciudad que no esperaba un mazazo tan fuerte como el que recibieron el pasado jueves 5 de agosto; cuando se confirmó de forma oficial que el argentino abandonaría definitivamente el conjunto azulgrana tras 21 años allí. Joan Laporta ofreció una rueda de prensa en la que salió a aclarar lo sucedido y dos cosas quedaron plenamente certificados tras su comparecencia: que pese a su semblante estaba totalmente aliviado del adiós de Messi y que la culpa se la quiso achacar a LaLiga Santader y a Javier Tebas por su falta de flexibilidad. Si bien el contrato del argentino estaba listo, al no poder inscribirlo en el campeonato español, por exceder el límite salarial, era inútil seguir negociando.
Frente a esa perspectiva son muchos los que se perfilan como culpables de la salida del crack rosarino del club azulgrana. Algunos osados se atreven a decir que es el propio Messi al no ceder más en sus pretensiones económicas; otros pasan la culpa a la Liga y Tebas, por no permitir que se inscriba; también están los que mencionan que Laporta no hizo el esfuerzo suficiente y alegan que mintió todo este tiempo; y aquellos que culpan a Josep Maria Bartomeu y la antigua directiva por el despilfarro y su nefasta gestión que llevó a la ruina al Barça. Las opiniones son variadas, pero la rabia y el dolor que quiere expresarse también se ha comenzado a tomar con algunos jugadores en concreto; no obstante, uno de los que peor lo está pasando y que le caen muchas críticas es a un Griezmann que vive un mal momento.
A Griezmann lo culpan de la salida de Messi
Los aficionados blaugranas la han tomado en contra de Griezmann, pues entienden que es uno de los máximos responsables por la salida de Messi. Cuando todo estaba completamente listo y el acuerdo lo habían alcanzado, las negociaciones se quebraron de forma definitiva; la explicación más real es que el Barcelona esta arruinado y no hay suficiente dinero como para mantener el salario del argentino. Ni aunque se bajara el 50% de su ficha, tal y como dijo en la rueda de prensa que iba a hacer, las cuentas salían; sin embargo, los fanáticos entienden que durante todo este tiempo se estuvo luchando para concretar la salida de algunos jugadores que no contaban para Koeman y también que otros se bajaran su ficha, de forma a que ayudarán a la economía del club y a que Messi se quedara. El problema es que Griezmann rechazó todas esas posibilidades.
Pese a que a que hace unas semanas se hablaba de su inminente salida al Atlético de Madrid en el famoso intercambio que se haría por Saúl Ñíguez; al final nada se pudo concretar, todo porque Griezmann no habría querido ceder en sus pretensiones. Tal y como comentan algunos medios y periodistas, la voluntad del francés es la irse si el Barcelona así se lo pide; pero solo aceptará marcharse al equipo colchonero, pues quiere trabajar de nuevo con Simeone y porque allí pudo brillar. No obstante, los aficionados no ven eso tan cierto, debido a que cuando tuvo la oportunidad puso muchas trabas para irse; al punto que las negociaciones terminaron y el intercambio no se concretó. Sumado a eso, tampoco ha aceptado bajarse su enorme salario y al no hacer ninguna de las dos cosas los aficionados ya la tienen tomada en su contra.
Un salario al cual debe responder
Luego del terrible anuncio del 5 de agosto, la llegada de Griezmann a la Ciutat Esportiva del Barcelona se convirtió en un completo caos; así lo resaltaron varios medios, en los que se pudo ver vídeos en los que los aficionados increparon al francés, le gritaban todo tipo de insultos y lo culpaban por la marcha del crack argentino. El tema se extendió al encuentro contra la Juventus en el Trofeo Joan Gamper, pues en a la hora que lo presentaron ante la afición, esta le dedicó una sonora pitada. Los problemas pueden intensificarse durante los próximos días, en los que se seguirán buscando culpables del adiós de Messi y el francés podría llegar a correr peligro real si lo continúan viendo como uno de los motivos de la salida del ídolo blaugrana. De cualquier forma es el tema de su alto salario lo que crea rencor.
Tras la salida de Messi, el jugador que ha pasado a cobrar más en la plantilla es Griezmann. Su ficha se eleva a los 35 millones de euros brutos, una cantidad increíble para un jugador que no ha dado ni la mitad de lo que se esperaba de él cuando se le fichó proveniente del Atlético de Madrid luego de pagar su cláusula de rescisión de 120 millones de euros. Sus prestaciones han caído mucho y el hecho de que no haya aceptado marcharse ni rebajarse su salario lo ha convertido en el nuevo enemigo del barcelonismo. Sin embargo, ahora que todo apunta a que se quedará deberá corresponder a esa alta cifra y comenzar a tomar galones de estrella, pues el equipo lo necesita más que nunca. La afición ya está en su contra y mucho tendrá que hacer para convencerlos de que no es un enemigo.