Sin lugar a dudas, el oído es uno de los sentidos más sensibles que puede tener el ser humano, el mismo está constituido por una diversidad de órganos cuya función es la de transmitir al cerebro cualquier sonido que sea detectado.
De igual forma, el sentido del oído es capaz de mantener bajo control el sentido del equilibrio, sin embargo, cuando este tipo de comunicación no ocurre comienzan a aparecer padecimientos, malformaciones, y enfermedades de índole biológico.
Es común que estas enfermedades sean causadas por agentes externos (en general, malos hábitos), al igual que las lesiones por exposición a los sonidos muy intensos y otros malestares auditivos frecuentes.
Para todo esto se utilizan audífonos, que en algunos de los casos ayudan a la persona con algún problema auditivo a recuperar parte o la totalidad de la audición.
Padecimientos relacionados con la sordera
Cómo ya hemos explicado, la sordera puede comenzar por un sin fin de problemas relacionados con el exterior. Se trata de una patología que puede afectar a todas las personas sin importar edad y en razón a los diferentes niveles de sonido a los que se vean expuestos.
Dicho que el oído también es el responsable del equilibrio, este último puede comenzar a verse afectado de igual forma. Por ende, quienes padecen de sordera pueden presentar inconvenientes para mantenerse de pie dado a los mareos o falta de equilibrio.
Hipoacusia
Se conoce como hipoacusia la pérdida de la capacidad de escuchar a través de un oído, y en otros casos, ambos. Aquellas personas que pueden padecer de esta enfermedad, tienen gran dificultad para mantener conversaciones con una diversidad de locutores en espacios muy ruidosos.
Aparte de ello, los enfermos de hipoacusia tienen la capacidad de atender a pequeños sonidos fuertes o diferenciar voces que salen entre dientes. Los niveles de hipoacusia son:
- Leve: la pérdida de la audición se encuentra entre los 20 y 40 decibelios.
- Media: la pérdida de la audición se encuentra entre los 40 y 70 decibelios.
- Severa: se considera cuando la pérdida de la audición va desde los 70 y 90 decibelios.
- Profunda: para una pérdida de audición en este nivel se debe superar los 90 decibelios.
Presbiacusia
En este caso, la pérdida de la audición se debe al envejecimiento de las células ciliadas del oído más profundo (interno), las cuales se encargan de atender a los sonidos del exterior. Estas células acaban muriendo una vez que la persona se hace mayor.
En el mismo orden de ideas, los síntomas que acompañan la presbiacusia comienzan a hacerse presente luego de los 60 años, en términos generales. Entre ellos, los más frecuentes son los murmullos y la incapacidad de distinguir sonidos con la «r» y la «s».
Lamentablemente, es una enfermedad auditiva que no se cura con ningún tipo de tratamiento, solo puede ser un poco más llevadera con el uso de audífonos.
Tinnitus
Es también conocido como acúfenos, lo cual se define como la capacidad de percibir sonidos, zumbidos o silbidos sin que exista una fuente verdadera o tela que los emite. Por lo general, son derivados de otras afecciones como infecciones en el oído o hipoacusia a causa de ruidos fuertes.
Puede significar también que quien padece de Tinnitus padecen de la Enfermedad de Meniere o tienen algún cuerpo extraño. Aunque la regla dice que puede variar en intensidad, la Tinnitus es una enfermedad bastante molesta que causa mucho estrés, y hasta depresión.
Síndrome de Ménière
Es una enfermedad crónica que se aloja en el oído interno, y que como lo comentamos al principio, no solo afecta la audición sino también el sentido del equilibrio. Actualmente, se desconoce el origen de este síndrome, aunque empieza con el aumento de la presión de la endolinfa (o los líquidos dentro del oído).
Sin embargo, el síndrome de Ménière afecta a pacientes de todas las edades, aunque sin duda es más frecuente en personas mayores a los 40 y 60 años. Entre los síntomas principales están el vértigo, la hipoacusia y los acúfenos.
Otitis
Se trata de un padecimiento bastante normal y frecuente, aún más en la infancia. La otitis más común es la que afecta la parte posterior al tímpano y la mastoides, mejor conocida como otitis media. La otitis es una inflamación que tiene su origen, probablemente, por una infección.
La otitis ocurre debido a que se suele acumular líquido en el oído, y los síntomas son sensación de taponamiento, fiebre, dolor, fiebre, supuración de líquido y hasta irritabilidad. Por lo general, no es una enfermedad grave, pero a la larga puede provocar la pérdida de de la audición.
Información ofrecida por instituto integral audiológico, audífonos recargables