La selección de España está en la final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y uno de sus protagonistas es, sin duda alguna, Rafa Mir. El delantero se ha convertido en uno de los iconos de un equipo que no sabe lo que es rendirse; al que le siguen pasando lagunas pronunciadas en su juego; y que tiene un grave problema de gol, como ya es habitual en cada una de las categorias del combinado nacional. Sin embargo, el caso es que este grupo de jóvenes no se ha rendido ante todos sus problemas y ha preferido centrarse en las virtudes que tienen para a partir de allí avanzar en un torneo en el que figuraban con uno de los conjuntos con más renombre y figuras en sus filas, pero que no era del todo favorito. Ahora en la final deberán batallar ante la siempre difícil Brasil.
Pese a sus carencias y dificultades, el conjunto español tiene varios puntos resaltantes y uno de ellos es un Rafa Mir que desde el banquillo ha sabido hacerse importante. Su actuación en cuartos de final ante Costa de Marfil será recordada por siempre; no solo por ser determinante, también por hacer historia al convertirse en el primer futbolista en unos Juegos Olímpicos que marca un hat-trick saliendo desde el banco. Esto le permitió a España colarse en una semifinal que luego ganaría en tiempo extra con gol de Asensio; aunque en realidad el murciano ha sabido sobresalir más allá de sus goles y por su juego se ha hecho imprescindible como el revulsivo ideal para un Luis de la Fuente que cuenta mucho con él. Su camino no ha sido nada sencillo y aunque las dudas han asaltado varias veces, él siempre responde como mejor sabe: con goles.
Un delantero con mucha hambre
Con 24 años, la verdad es que Rafa Mir está viviendo el que sin duda es el mejor año de su carrera como profesional. Pese a destacar como canterano del Valencia, el de Murcia nunca pudo recibir las oportunidades necesarias para brillar con el primer equipo; no obstante, el tiempo hizo que desde la Premier League se fijaran en los goles que había hecho en el filial y por eso el Wolverhampton lo contrató en el 2018 por petición de Nuno Espírito Santo, a cambio de 2 millones de euros, pero como extrañamente suele pasar con el entrenador portugués algunos de su fichajes dejan de contar de forma inexplicable. Luego de no tener oportunidades con el el club inglés, el atacante decidió probar suerte en otros clubes. Las cesiones se hicieron parte de su nueva vida y con ellas aprendería que en ocasiones hay que aprovechar cualquier oportunidad.
Primero salió cedido a Las Palmas, en el que pudo anotar siete goles; luego su club trató de que se adaptara más al fútbol inglés y por eso lo mandó al Nottinhgham Forest, aunque allí no tuvo un buen desempeño; y luego encontraría su lugar en el Huesca. El murciano llegó en enero de 2019 y con sus nueve goles colaboró para lograr el ascenso a Primera División, poco después mejoraría sus prestaciones en LaLiga Santander. En la máxima categoría rindió a un gran nivel y en un conjunto como el Huesca pudo anotar 16 goles, 13 en Liga y tres en Copa del Rey, para firmar una gran campaña a pesar del descenso. Firmar esa cantidad de tantos con un equipo como el oscense tiene mucho valor y por eso tanto Luis Enrique en la selección absoluta como varios equipos grandes se han fijado en Rafa Mir.
Rafa Mir no desaprovecha las oportunidades
Su cesión al Huesca ha demostrado que tiene la calidad suficiente para pertenecer a la máxima categoría del fútbol español y con sus goles, juego, habilidad ha logrado que el seleccionador nacional lo tenga en cuenta para integrar el combinado absoluto. La falta de gol es un mal que acosa a España en cualquiera de sus categorías y por eso contar con un delantero que tenga un olfato goleador muy pronunciado sería una ventaja que no se quisiera desaprovechar; por eso Luis Enrique lo tiene en la mira para futuras convocatorias y también ha hecho que Luis de la Fuente se lo llevara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Si bien Rafa Mir no es titular, cada vez que sale a la cancha responde y sus goles son la carta de triunfo de un equipo que confía en sus capacidades y en su talento.
Tras finalizar los Juegos Olímpicos su futuro debería dar un vuelco total, pues equipos de gran prestigio lo tienen en la mira, como el Atlético de Madrid de Diego Simeone. Su precio de salida ronda los 12 millones de euros, según ‘Transfermarkt’, lo que lo convierte en una ganga total al tener en cuenta su capacidad de cara a puerta y su costo. Además, hay que tener en cuenta que está muy cerca de ser llamado por Luis Enrique para probar su poder goleador con la selección mayor de España. El delantero ha crecido mucho en muy poco tiempo; por lo que ya está en la órbita de grandes clubes y de selección. Ahora la misión está en ganar la medalla dorada en Tokio 2020, pero el futuro de seguro tiene más retos preparados para un Rafa Mir que estará listo para afrontarlos.