Las quemaduras solares son, como señala la farmacéutica Rocío Escalante, una reacción natural de la piel ante una exposición solar excesiva. Por lo tanto, si la piel no está correctamente protegida o se ha sobrepasado el tiempo de exposición al sol recomendado, la melanina – el pigmento natural de nuestra piel que nos protege del daño solar – ya no puede hacer nada por ‘salvar’ a tu piel. Por lo tanto, evitar las quemaduras es esencial y bastante sencillo si tenemos cuidado con el sol (tomando el sol con cabeza y evitando las horas más perjudiciales)y si usamos correctamente las cremas solares.
Síntomas de una quemadura solar
– El primer síntoma es el enrojecimiento de la piel y la sensación de calor. Si la quemadura no es muy grave pueden quedarse allí. Con el paso de los días, la piel se irá pelando y estará muy seca.
– Si la quemadura es importante después del enrojecimiento de la piel, llegarán las ampollas, luego las costras y, finalmente, la descamación.
– Además de estos síntomas, pueden aparecer otros como fiebre, náuseas, vómitos, dolores de cabeza*
¿Qué hacer ante una quemadura solar?
Estos son los consejos de la experta: «Es importante que un profesional valore el alcance de la quemadura, sobre todo, si salen las ampollas. Si la quemadura se queda en el enrojecimiento de la piel hay que hidratar mucho, con productos específicos para después del sol, que lleven activos calmantes y reparadores, como el aloe vera o la centella asiática. Las cremas aliviarán e hidratarán para que, llegado el momento de la descamación, la piel no esté tirante. Conviene también enfriar la zona, pero no debemos aplicar hielo directamente. Se puede mojar con agua fría».
«En el caso de las ampollas, hay que visitar a un profesional para que recete alguna pomada específica. Evitaremos en todo caso manipularlas, ya que podría haber riesgo de infección. Para evitar los roces en la zona quemada conviene usar ropa holgada y cómoda», añade la farmacéutica.
Cómo evitar las quemaduras de sol este verano
– «Hay que utilizar protección solar alta en todas las zonas que estén expuestas. Es frecuente que nos olvidemos algunas y sean esas las que sufran las quemaduras: espalda, pies, la parte de atrás de las piernas, en particular las corvas, suele ser una zona que solemos olvidar, la piel de los costados, axilas y debajo* Las orejas también se pueden quemar, el cuello, los párpados y los labios son otras zonas que solemos olvidar. Importante también: no olvidar el cuero cabelludo, sobre todo en personas calvas o con poco pelo», explica Rocío Escalante.
– «Se debe reaplicar la crema solar cada dos horas y siempre después del baño. Aunque usemos solares resistentes al agua, al salir del mar o la piscina, y una vez que la piel está seca, hay que volver a aplicar la crema en todo el cuerpo».
– Es importante «evitar tomar el sol en las horas centrales: entre las 12 y las 16 h, porque los rayos UV son mucho más fuertes y dañinos».
– Conviene realizar una «exposición progresiva. El primer día de exposición no deberíamos estar más de una hora, y así sucesivamente».
– «Aunque estés paseando o en el agua, también te puedes quemar, así que hay que utilizar protección solar siempre. También si está nublado porque parte de los rayos atraviesan las nubes. Debajo de la sombrilla también te puedes quemar, ya que en general estos tejidos dejan pasar un porcentaje de los rayos».
– «Además de cremas solares, es aconsejable utilizar protección física: gorros, sombreros, gorras, ropa, etc. La nutricosmética solar también ayuda a proteger de los rayos UV, siempre que se combine con la protección tópica», apunta la farmacéutica.