- Kraken nace en 2020, tras el éxito de Los Sueños con vocación de convertirse en una de las referencias gastronómicas de la costa gaditana.
- La oferta gastronómica de Kraken se basa en el producto, en su mayoría local, apostando especialmente por los de temporada para renovar las sugerencias diarias de la casa.
Pilar Rodríguez y Manuel Fernández, madre e hijo, dedicados profesionalmente a la publicidad y la imagen, respectivamente, decidieron en 2009 embarcarse en la aventura de tomar las riendas de un chiringuito en Zahara de los Atunes (Cádiz). Lo llamaron los ”Los Sueños” por la aspiración onírica y urbanita de “montar un chiringuito junto al mar para olvidar las preocupaciones mundanas de la ciudad”. No sería su único local: Kraken pronto irrumpió con fuerza.
Ninguno de los dos gozaba de experiencia previa en el sector, aunque sí la afición foodie de frecuentar los mejores restaurantes. Sin embargo, el paso de los años y la excelente acogida verano tras verano de su restaurante temporal curtió a esta singular “pareja” en las lides hosteleras tal forma que engendró en ellos otra ilusión: la de abrir un restaurante permanente por la zona.
Primer aniversario
El acuerdo con el chef, José Carbonell, (quien ya había trabajado con ellos al frente de los fogones de Los Sueños) materializó el proyecto finalmente en el paseo marítimo de Barbate (Cádiz), localidad que está creciendo notablemente en el plano gastronómico . A partir de ahí, en julio de 2020, más tarde de lo previsto y en plena pandemia mundial, abrió sus puertas Kraken, cuyo nombre hace referencia a la legendaria bestia marina de la mitología escandinava. Toda una declaración de intenciones.
Kraken abrió sus puertas con el objetivo de afianzarse y con vocación de convertirse en una de las referencias gastronómicas de la costa gaditana. Una “Cocina de fondo abierta al mundo”, como el propio restaurante autodefine su propuesta culinaria. Kraken supone una clara apuesta por la cocina innovadora y de calidad que bebe de las raíces familiares gaditanas y marineras del jefe de cocina y se alimenta del concepto gastronómico de Los Sueños, yendo un paso por adelante, pero siempre ofreciendo propuestas diferentes y divertidas.
Atún como protagonista
El atún es el protagonista de muchos de los platos de la carta de Kraken, especialmente en verano, pero no solo: los platos a la brasa y sus arroces también son especialidad de la casa. Siempre emplean producto local y de temporada, pero con toques originales y una vuelta de tuerca. ¿Su leit motiv? Sorprender al comensal no solo por la calidad, sino además por la innovación en cada bocado. Todo ello sin olvidar el lugar en el que está emplazado, con precios ajustados, y una carta que invita a compartir y probar de todo un poco.
El jefe de cocina de Kraken es el chef José Carbonell, que ya había capitaneado la cocina de Los Sueños, durante tres temporadas. Aunque Madrid es su ciudad de origen y donde se formó como chef, Carbonell no es ajeno a tierras gaditanas. Su madre, también cocinera, proviene de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), localidad en la que pasó muchos veranos de su infancia.
Cocina de la abuela
De hecho, los guisos que se hacían en casa de su abuela, de tradición marinera, están muy presentes de una forma u otra en sus platos, en los que el producto del mar siempre tiene un papel primordial. José Carbonell dejó Canarias, donde trabajaba en Lanzarote Cocina, para abordar este nuevo proyecto. Anteriormente trabajó codo con codo con Sergi Arola y David Delgado. El cocinero no es amigo de etiquetar su cocina con calificativos como ”de autor” o “cocina marinera”, ya que practica una gastronomía innovadora que puede englobar varias culturas en un mismo plato. Carbonell mezcla productos, los transforma en combinaciones sorprendentes y originales, siempre en busca de algo distinto.
Así, la oferta gastronómica de Kraken se basa en el producto, en su mayoría local, apostando especialmente por los de temporada para renovar las sugerencias diarias de la casa. Su carta no es extensa ya que se trata de propuestas únicas y personales que requieren de una cuidada elaboración. Su máxima es respetar y mimar el producto local con la base de la cocina tradicional, dejándose seducir por influencias de todo el mundo.
Cocina de mar y arroces
En el menú de Kraken no podían faltar varias referencias al atún rojo salvaje de almadraba, ostras, mejillones y langostinos; además de propuestas tan sugerentes como los Callos marinos, Menudo de cerdo & gamba blanca, Caballa a la llama & pepino helado o los Cogollos al carbón & pato ahumado. Kraken invita a sus comensales a degustar ‘Bokados para comer con las manos’, como es el caso del Brioche de cola de ternera, el Montadito de calamares y el Sándwichde atún. Destaca por sus elaboraciones a la brasa: Cococha de bacalao, Parpatana de atún rojo, Picantón (pollo macerado en achiote) y Carrillera de ibérico.
La oferta de Kraken se redondea con otra de sus especialidades, sus arroces: Marino, Negro, Ibérico y a ‘Nuestro modo’; para culminar con sus “Dulces konfesiones”: Dulce maría, Corte de manzana y mascarpone y Chokolate. La lista de ‘Kaldos para armonizar”, si bien especialmente corta, incluye referencias de calidad de pequeños productores, principalmente locales, que le gustará descubrir a un aficionado al vino y que maridan a la perfección con los platos del restaurante.
En primera línea de playa
Situado en primera línea de la que ha sido denominada la playa más accesible de España, el local de Kraken fue como un hijo muy buscado y en toda su puesta a punto, tras un largo año de obras, está cuidado hasta el último detalle. Neutra Studio, estudio jerezano especializado en reformas del ámbito hostelero, fue el encargado de hacerlo posible. Se inspiraron en los restaurantes de la Baja California, con tonos cálidos, materiales nobles y naturales como la madera, la arpillera o las plantas ornamentales, y con predominio de tonalidades verdes, marrones y blancas.
El panelado de listones de madera de las paredes en contraste con las letras del nombre del restaurante realizadas con chillonas luces de neón fucsia le confieren un punto canalla. El resultado es un espacio acogedor y elegante, a la par que fresco e informal, articulando una estudiada decoración tanto del espacio interior, como del exterior del restaurante. La zona chill out de la terraza es ideal para disfrutar de largas sobremesas y las noches veraniegas, gracias a sus sofás, en los que poder tomar una copa cómodamente después de la comida o cena, escuchando música y mirando al mar.
