El lugar preferido por todos en casa es el sofá, y cuando éstos son de tela, son más cómodos aún. Su uso constante puede terminar con la comodidad, aunque este fuese hecho exclusivamente para el uso, pues al parecer también termina siendo un mal.
Por lo general, cuando el sofá tiene años siendo usado, este comienza a hundirse. Es decir que en la zona dónde mayormente te sientas y está acolchado, ahora solo es un pequeño hueco poco cómodo.
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Esto ocurre por el constante uso, el tiempo , deterioro o daños que se hayan producido dentro del sofá. Pues algunas veces el hundimiento corresponde a que se ha partido alguna tabla por dentro o un resorte se ha roto, entre otros.
Afortunadamente existen opciones para reparar y restablecer el sofá de la casa sin problemas. Así que si pensaste botar el sofá y comprar uno nuevo, primero toma nota de los siguientes trucos para repararlo.
¿Cómo reparar un sofá hundido y cero cómodo?
Tal como lo hemos mencionado, es posible reparar un sofá hundido, para ello lo que debes hacer es lo siguiente.
Evalúa las condiciones del sofá. El armazón del sofá puede estar hecho de diferentes materiales: madera, cintas elásticas, muelles, así que debes evalúas las condiciones en las que se encuentra. Y evidentemente conocer cuál es su estructura para poder determinar los daños y los materiales que deberás usar.
Recuerda que si tras la evaluación el sofá ha sufrido daños severos, es probable que no gastes energía en ello e inviertas en uno nuevo. Pero si los daños del sofá son reparables y además de ello son completamente mínimos, no dudes en seguir adelante.
Si la estructura está completamente dañada es seguro que el trabajo de reparación del sofá salga costoso. Así que toma en cuenta que no esté del todo dañada.
Una revisión a la espuma de los asientos. Si el caso del hundimiento del sofá sea por la espuma de los asientos, no es un mal de que quejarse. Pues es completamente salvable y no es costoso.
Lo que tienes que hacer es comprar espuma nueva, mayormente esta la consigues en tiendas de tapicería o tiendas dónde venden telas. Abres los cojines y solo debes sacar la espuma antigua y rellenar con la nueva.
Se recomienda que las densidades de espuma sean entre 25 y 30 kg/m³, pero debes informarte previamente de cuánto es la que tiene tu sofá. Tampoco es recomendable que la espuma sea demasiado fina, pues si esto pasa los cojines del sofá quedarán holgados.
Tampoco es recomendable colocar espuma gruesa, porque la tela del sofá cederá y terminará empeorando la situación.
Renueva las cintas del sofá de ser el caso
En caso que el sofá de casa utilice cintas elásticas y notes que este es el problema del hundimiento, solo reemplaza. Por lo general, estas cintas se aflojan o sueltan, algunas incluso por el uso se rompen.
Así que para reparar el sofá en caso que este sea el problema, solo debes reemplazarlas. Ten en cuenta que para repararlo, debes conocer previamente el gramaje y largura de las cintas de tu mueble.
Este tipo de cintas se venden en tiendas de tapicería, ferretería o bricolaje. Mayormente la restauración del sofá si es el caso del problema con las cintas, es un poco costoso. Recuerda que para llegar a todas las cintas se debe llegar a la estructura del sofá. Soltar tela y volver armar.
Si puedes hacerlo en casa está perfecto, pero se recomienda que lo haga una persona especialista en tapicería. De manera que las cintas queden bien prensadas y la tela nuevamente quede en su sitio. Otro punto es que si consideras que el trabajo con la restauración de las cintas es muy costoso, prescindas de ello.
Tal como mencionamos al principio, es necesario que evalúes el tema de los costos. Pues si la restauración sale muy costoso, considera comprar uno nuevo si la restauración es muy costosa.
Tras colocar las nuevas cintas, lo que queda es colocar de nuevo una tela protectora (puedes reutilizar la que traía el sofá). Y posteriormente insertar unas grapas alrededor, de modo que quede tensa y lisa.
¿Cómo evitar el hundimiento?
Para evitar que tu mueble vuelva a hundirse, debes tener cuidado al usarlo. Por lo tanto es recomendable que mantengas una buena postura al sentarte.
Ya sea que estés sentado o tumbado, intenta equilibrar el peso de forma uniforme. Tampoco te lances al momento de sentarte, a fin de evitar partir la estructura.
Es mejor que te sientes en el centro y no entre dos asientos, ya que favorece que se hundan en las juntas.
Tampoco se recomienda colocar libros u objetos pesados (el ordenador portátil, por ejemplo) sobre el mueble. Luego de usarlo acomoda los cojines de manera que la forma de estos se mantenga.