Dentro del FC Barcelona algunas salidas ya se han producido. Uno de los primeros en decir adiós ha sido Junior Firpo, que llegó en el 2019 al conjunto azulgrana y tras dos temporadas se ha tenido que marchar al no contar para Ronald Koeman y para equilibrar cuentas en el club. Y es que el equipo catalán tiene unos problemas económicos que le están pesando bastante y son todo un dolor de cabeza para Joan Laporta. Desde fuera elegido presidente se ha percatado de que la situación es mucho peor de lo que esperaba, pues la terrible gestión de Josep Maria Bartomeu dejó una terrible deuda que tardará mucho tiempo en sanar. Todo esto propiciado por una terrible política de fichajes, todos comprados con precios inflados, y renovaciones y colocación de salarios muy por encima de la capacidad de las arcas del equipo.
Ante eso se ha creado un serio problema para el Barcelona, que no podrá inscribir a Lionel Messi y a los cuatro fichajes que ha realizado para esta temporada, «Kun» Agüero, Eric García, Emerson Royal y Memphis Depay, debido a que excede el límite salarial por más de 200 millones de euros; por ese motivo la directiva blaugrana, con Laporta a la cabeza, están trabajando a destajo para equilibrar las cuentas. Ya una de las medidas ha sido que Messi se rebaje a la mitad su salario en el nuevo contrato que lo uniría al equipo; algo que deberán imitar algunos futbolistas. Sin embargo, no solo con eso se arreglara la situación, pues aquellos futbolistas que no cuentan para Koeman también deben salir y en ese grupo ha entrado un Junior Firpo que ya se marchó; pero dejando un recado para el entrenador neerlandés.
Se fue sin muchas oportunidades de jugar
El ya exlateral izquierdo del Barcelona se fue a cambio de 16 millones de euros con destino al Leeds United que dirige Marcelo Bielsa. Para el entrenador argentino representa una gran adquisición para el costado zurdo debido a las amplias cualidades físicas que tiene el hispanodominicano, que se lució precisamente por eso en el Betis; pero que en su etapa en la escuadra catalana no pudo hacer gala de esas cualidades. Ernesto Valverde y Quique Setién lo ignoraron en detrimento de un Jordi Alba que siempre fue indiscutible para la posición en la banda izquierda; pero extraña más que ni con la llegada de un técnico como el cántabro, que lo conocía, y luego de Koeman, que venía nuevo y podría variar más, con ninguno de ellos obtuviera las oportunidades que cualquier jugador que se ficha con muchas esperanzas en el Barça pudiera tener.
Si bien se llegó a pensar que sería un jugador ideal para el lateral izquierdo, pues su velocidad y buena capacidad para integrarse al ataque, cualidades que expresa muy bien Jordi Alba; pero lo malo es que ninguno de sus entrenadores lo quiso usar al ver que si capacidad de retroceso y su habilidad con el balón en los pies no era lo que buscaban. En dos temporadas, solo jugó 23 duelos en la primera y 18 en la segunda; un total de 41 partidos, con dos goles, para un jugador en el que se tenían muchas más expectativas. La travesía de Junior Firpo en el Barcelona puede catalogarse como un completo fracaso, sobre todo con un Koeman que no le habría dado muchas posibilidades de jugar; por eso en declaraciones para la prensa inglesa, el hispanodominicano no se guardaría nada y le mandó una «pullita».
Una clara indirecta para Koeman
Frente a los medios, Junior Firpo no se contivo en una pregunta por su etapa en el Barcelona respondió: «Aprendí mucho porque jugué con algunos de los mejores jugadores en sus posiciones, pero también tuvo un poco de frustración porque quería jugar más y pensaba que merecía jugar más. No me dieron la oportunidad de jugar». En ese sentido se ve claramente la desazón del hispanodominicano con la situación que vivió en dentro del conjunto azulgrana, en la que pensaba que su mal accionar se debió a la falta de continuidad y oportunidades que tuvo por parte de entrenadores como Koeman que no quisieron utilizarlo. De hecho, una de las peticiones del neerlandés, casi al llegar y con verlo en unos pocos entrenamientos, fue que debía salir del equipo; una premisa que mantuvo toda la temporada y no pudo lograr en ninguna de las ventanas de fichajes.
La relación con Koeman fue tan pésima que no solo pidió que se fuera casi sin verlo, sino que se negó a dejarlo jugar cuando debía. Al inicio de la temporada pasada las lesiones atacaron a Jordi Alba y el entrenador blaugrana en lugar de poner a su remplazo natural, que no era otro que el hispanodominicano, decidió cambiar de banda a Sergiño Dest que además era un recién llegado al equipo. La humillación llegó hasta ese grado y por eso es que el jugador no guarda un buen recuerdo. Ahora dentro de la Premier League se espera que tenga ese repunte que no tuvo en el Barcelona, pues al ser un campeonato más físico y de más recorrido, Junior Firpo podría adaptarse mejor; eso sin contar con que Bielsa lo pidió expresamente y cuenta con él. Su revancha ha llegado y tendrá la oportunidad de callar varias bocas.