Consejos para celebrar una fiesta en verano

Con el buen tiempo, y pese a la circunstancia actual, crecen las ganas de reunirse y pasar un buen rato. Celebrar reuniones entre amigos y familiares en terrazas y jardines es un clásico de julio y agosto.

Son muchos los tips que se deben tener en cuenta para montar una fiesta de verano y que todo salga rodado. Ya seas anfitrión o invitado, conocer estos consejos elevará la calidad del encuentro y lo convertirá en una fuente de recuerdos inagotable.

Obsequios a los anfitriones

La persona o la familia que recibe en casa siempre tiene un extra de trabajo: debe preparar el espacio, decidir la comida, enfriar las bebidas, limpiar la piscina… Por eso es de recibo que los invitados le hagan un pequeño obsequio a la hora de su llegada.

¿Qué regalar a un amigo que ha organizado una fiesta de verano? Lo mejor en este sentido es apostar por la originalidad. No es tan importante gastar mucho dinero: hay que sorprender.

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Ayuda sí, pero sin pasarse

El anfitrión tiene un plan marcado sobre cómo deben hacerse las cosas. Las sillas y mesas se montarán en el jardín en tal momento y la barbacoa la va a preparar tal persona.

Como invitados, hay que ofrecerse a ayudar, pero siempre siguiendo las instrucciones de las personas que reciben al resto de invitados. De otro modo, se pueden desbaratar sus planes y generar una molestia en ellos, que lo han preparado todo con mimo y cariño.

Por parte de los anfitriones, se puede solicitar ayuda, pero es una fiesta y no tiene mucho sentido poner a los invitados a trabajar sin descanso: hay que procurar que no haya demasiado que hacer y que todo el trabajo se quede finalizado en el menor tiempo posible.

No alargar la despedida

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Así dice el refrán y es algo que deben tener en cuenta todas las personas que participan en una fiesta de verano: alargar el día es, luego, dejar un trabajo a deshoras a los propietarios del lugar.

Además, en ocasiones las conversaciones y las actividades se agotan y no merece la pena seguir «tirando del hilo». Es el momento de agradecer lo bien que se ha pasado por ambas partes y marcharse a casa, no sin antes ofrecerse a ayudar a recoger.

Devolver la invitación

Está claro que una fiesta de verano siempre sale mejor en una terraza o jardín, pero aunque no se disponga de estos espacios es un gesto de buena educación devolver la invitación.

No tiene por qué ser en casa: se puede montar un pícnic en una zona de campo o incluso pagar una cerveza en una terraza, pero no hay que caer en el error de dejar que, por inercia, todo se haga siempre en el mismo lugar y bajo la responsabilidad de las mismas personas: estas pueden llegar a cansarse.

Gracias a todos estos consejos se podrán celebrar las mejores fiestas de verano con amigos o familiares. No hace falta nada más: querer disfrutar y recargar las pilas es más que suficiente.