Deícticos, se refiere a la referencia a personas, lugares, objetos y tiempos en contexto, que se realiza con la ayuda de expresiones deícticas o indexicales. Ejemplo: yo, tú, allí, aquí, mañana, hoy.
¿QUÉ SON LOS DEÍCTICOS?
Las expresiones deícticas, como «esto, eso, aquí, allá», se usan típicamente para individualizar objetos referenciales en relación con el fundamento indexical del contexto de la expresión.
La base de la deixis no es la contigüidad espacial del referente, sino más bien el acceso (perceptual, cognitivo, social) que los participantes tienen al referente.
Para determinar adecuadamente los significados convencionales de los deícticos en cualquier idioma, debemos centrarnos en las oposiciones paradigmáticas entre las expresiones deícticas, en las glosas metalingüísticas de los deícticos por parte de hablantes nativos y en el uso ordinario en una variedad de circunstancias socialmente estructuradas.
Se argumenta que, al igual que otros tipos de investigación etnográfica, la elicitación debe realizarse en el idioma de destino para poder acceder a los esquemas contextuales a través de los cuales los hablantes captan el contexto.
La deixis referencial, debidamente analizada, demuestra ser altamente sistemática, manejable en cualquier trabajo de campo y fundamental para la pragmática.
EXPRESIONES DEÍCTICAS
Las expresiones deícticas, ocurren en todos los lenguajes humanos conocidos. Por lo general, se utilizan para individualizar objetos en el contexto inmediato en el que se pronuncian, apuntándolos para dirigir la atención hacia ellos.
El objeto, se destaca como un foco, y un acto exitoso de referencia deíctica es aquel que da como resultado que el hablante y el destinatario atiendan al mismo objeto referencial. Por lo tanto,
- A: Oh, ahí está ese tipo de nuevo (señalando)
- B: Oh sí, ahora lo veo (fijando la mirada en el tipo)
- A: Tomaré ese de allí (señalando un postre en una bandeja)
- B: ¿Esto? (tocando el pastel con pinzas)
- A: sí, se ve genial
- B: Aquí tienes (entregando el pastel al cliente)
En un intercambio como (1), el enunciado de A destaca al individuo individual, dirigiendo la atención de B hacia él, y la respuesta de B (tanto verbal como ocular) muestra que lo ha reconocido.
En (2) la expresión de A identifica un pastel entre varios, la respuesta de B se asegura de que esté atendiendo al correcto, A reconfirma y B completa presentándole el pastel. Si comparamos los dos ejemplos, está claro que los deícticos subrayados pueden seleccionar o presentar a los individuos sin describirlos.
De manera similar, «yo, tú, él / ella, nosotros, ahora, (en aquel entonces)» y sus análogos se utilizan para seleccionar individuos (personas, objetos o marcos de tiempo), aparentemente sin describirlos.
Como corolario de esta escasez semántica, los deícticos individuales varían enormemente en los tipos de objeto que pueden denotar correctamente: ‘aquí’ puede denotar cualquier cosa, desde la punta de la nariz hasta el planeta Tierra, y ‘esto’ puede denotar cualquier cosa, desde un pastel hasta un día próximo.
Bajo la misma circunstancia, «esto» y «aquello» pueden referirse apropiadamente al mismo objeto, dependiendo de quién esté hablando, como en (2) ¿Cómo pueden las formas que son tan abstractas y variables en contextos ser tan específicas y rígidas en un contexto dado? ¿En qué parámetros varían los sistemas deícticos y deícticos en los lenguajes humanos, y cómo se relacionan con la gramática y la semántica en general?
SE NECESITA UN MARCO DE REFERENCIA COMÚN
Considera la siguiente oración dirigida a un camarero por un cliente de un restaurante mientras señala los elementos de un menú: Quiero este plato, este plato y este plato. Para interpretar este enunciado, el camarero debe tener información sobre a quién me refiero, sobre el momento en que se produce el enunciado y a qué se refieren los tres sintagmas nominales de este plato.
Cuando las personas están juntas en una conversación, es fácil usar los deícticos como abreviatura debido al contexto común entre los presentes, aunque los presentes no tienen que estar en el mismo lugar al mismo tiempo, solo entienden el contexto.
CARACTERÍSTICA ESENCIAL DE LAS EXPRESIONES DEÍCTICAS
Sus valores semánticos dependen del contexto del mundo real en el que se pronuncian. Pero esto puede no ser así cuando la oración en la que aparece el deíctico está incrustada en enunciados más complejos.
Los deícticos unen el mundo tangible de la realidad y el mundo abstracto de la fantasía. Como signos indexicales que apuntan a objetos o referentes con los que son (o pretenden ser) contiguos, su sentido no está determinado por ninguna propiedad semántica inherente y no se puede determinar consultando un léxico.
Más bien, para descifrar su significado e interpretar su referencia, el intérprete debes, al menos, calibrar primero los parámetros del contexto, de manera óptima al estar en el enunciado real como un testigo ocular o auditivo, o bien por presencia imaginada.
El proyecto de investigar la poética de la deixis comienza con una exploración de formas lingüísticas que apuntan en una variedad de formas a diversos tipos de objetos: extra-textualmente a realizar en el contexto circundante o implícito (deixis ad oculos); hacia atrás (ana-) y hacia adelante (cata-) a objetos dentro del texto (deixis anafórica o textual); e imaginativamente a los objetos creados por el mismo acto de pretender designarlos (deixis am Phantasma: deixis ficticia).
En el acto de señalar o crear tales objetos, la deixis establece puntos de orientación entre los que se mueven los personajes del universo textual.
El acto de rastrear el movimiento de tales personajes da incluso a los lectores distantes una vívida sensación de participación y, de hecho, de presencia en el evento de representación distante.