Fritas, guisadas, ralladas, en caldos, tortillas y más, las patatas son un infaltable en la cocina. Este tubérculo tan sencillo es sumamente versátil, y su utilización en la cocina es todo un acierto a la hora de preparar cualquier receta.
Las patatas pueden ser consumidas de múltiples formas, pero tal como sucede con otros alimentos, nunca debe ser comida en crudo. Cuando están crudas, las patatas pueden causar intoxicaciones alimentarias por algunas toxinas que tiene presentes, y también es capaz de provocar molestias digestivas por su alto contenido de almidón. Por esta razón, debes estar siempre atento a la cocción perfecta de la patata.
Una forma de disfrutar enteramente de los beneficios de las patatas es cocida; ahora bien, es necesario estar atentos al nivel exacto de cocción para que no se deshaga, pero tampoco quede cruda. Los tiempos de cocción giran alrededor de los 15 a 25 minutos, sin embargo hay algunos detalles que deben cuidarse para que queden en excelente término.
Cocidas son perfectas para preparar ensaladillas rusas y comerlas en gran cantidad de recetas y contornos. Sigue con atención estos consejos y cocínalas de manera perfecta.
Elige las patatas correctas
Según la receta que vayas a preparar será la patata que debes usar. Aunque muchas veces esto no es muy tomado en cuenta, cuando se tiene el resultado es que se lamenta no haber utilizado la patata correcta.
Para cocción las más recomendadas son las de pulpa fina y menos harinosas, siendo las mejores: Monalisa, Kennebec, Baraka y Spunta. Además, las que son “viejas” son las mejores. Son fácilmente reconocibles porque lucen ovaladas y de piel amarilla.
Escoge los mismos tamaños
Para garantizar una cocción pareja en varias patatas cocidas al mismo tiempo, lo mejor es elegirlas del mismo tamaño al momento de la compra. Así mismo, lo preferible es que no sean ni muy grandes ni muy pequeñas (salvo algunas recetas que las requieren con estas características), generalmente las medianas quedan muy bien.
Qué es mejor: ¿pelar la patata o no?
El consejo de la gran mayoría de los cocineros es cocer las patatas con piel. Lo que sí es necesario es lavarlas perfectamente con agua fría para retirar cualquier impureza de ellas. Cuando se cuecen sin piel, tienden a perder mucho almidón y también corren mayor riesgo de romperse.
Una vez listas, las patatas se pelan con mucha facilidad, así que no te preocupes si la receta las requiere peladas, pues en menos de un minuto podrás retirarle la piel por completo.
Para evitar que la piel se rompa, algunos añaden un chorrito de vinagre al agua de la cocción; sin embargo, cuidando los tiempos y revisando el proceso de cocción de cerca, la piel no se romperá.
Agua caliente o agua fría
Aun cuando hay quienes aseguran que lo mejor es llevar las patatas al agua cuando esta está hirviendo; la mayoría de los cocineros coinciden en que lo mejor es sumergirlas en el agua fría y posteriormente llevarlas al fuego.
En agua fría la cocción se hará de manera más uniforme y aunado a ello la piel no se romperá, permitiendo a su vez que la pulpa quede más blanda. También debes considerar que la cantidad de agua debe ser suficiente y cubrir por completo los tubérculos, de esta manera se garantiza una buena cocción.
El tiempo perfecto de cocción
Cuando el agua esté hirviendo, disminuye el fuego. Unas patatas de tamaño pequeño estarán listas en unos 12 a 15 minutos después de haber comenzado a hervir, mientras que unas grandes estarán cocidas en 25 a 30 minutos. Para verificar la cocción de las patatas, lo mejor que puedes hacer es ir revisando en que estado se encuentran cada 10 minutos.
Introduce en las patatas un palillo cuando estas lleven 10 minutos de cocción. Si logras que el palillo penetre con facilidad, puedes apagar el fuego y dejarlas dentro del agua caliente por un par de minutos, de esta manera evitarás que se sobre cuezan.
En caso de no poder introducir el palillo, esta es una señal de que aún están crudas; en ese caso deja que se cocinen 10 minutos adicionales y realiza la prueba del palillo nuevamente. Si continúan duras, espera 5 minutos más y en caso de poder introducir el palillo apágalas y deja reposar por un minuto. Finalmente llévalas a un bol con agua fría para detener la cocción.
Apenas se cuezan debes enfriar las patatas
Cuando las patatas están listas, deben retirarse inmediatamente del agua hirviendo y enfriarlas rápidamente. De esta forma se detiene la cocción que se sigue realizando en su interior gracias al calor.
Con colocarlas en un bol con agua a temperatura ambiente lograrás que se enfríen poco a poco y queden lo suficientemente compactas. A partir de ese momento puedes usarlas para terminar la receta de tu preferencia. Unas buenas patatas cocidas quedan excelentes en una ensalada campera o cubiertas con una rica salsa alioli
Consejos para el máximo provecho de las patatas
Recuerda conservar las patatas fuera de la nevera y en un lugar seco y ventilado, la humedad y el exceso de frío no le van bien.
Las patatas no deben congelarse ni crudas ni una vez cocidas, pues su textura cambia radicalmente al someterse a este proceso.
Al momento de pelarlas ayúdate con un tenedor y retira la piel suavemente, no será necesario cortar en exceso sacrificando su carne.