La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez García, ha insistido este martes en que el proyecto de ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat es una «noticia muy positiva para España» y ha lamentado que el PP y su líder, Pablo Casado, no se alegren, sino que permanezcan en la «confrontación» también con este asunto.
Con la ampliación de El Prat, que supone una inversión de 1.700 millones de euros sumados a los 1.600 millones para la ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, el Gobierno quiere posicionar estos dos grandes aeropuertos como «lugar de referencia en la movilidad internacional», que repercutirá en una «importantísima generación de empleo directo e indirecto». Así lo ha manifestado Rodríguez en la rueda de prensa tras el último Consejo de Ministros antes del parón veraniego.
En este punto, ha manifestado que el acuerdo es una buena noticia para cualquier español y ha criticado la postura del Partido Popular, que a su juicio prefiere permanecer en la «confrontación». «Pablo Casado anda tan despistado que no es capaz de entender que esto es un proyecto y que tiene que pasar el filtro de la Unión Europea.
Lamento que en lugar de alegrarse permanezca en la confrontación», ha resaltado, antes de invitar al líder de los ‘populares’ a sumarse a la «recuperación económica del país». «La oposición aún está a tiempo de sumarse a la recuperación económica del país», ha recalcado.
La ministra de Política Territorial ha insistido en calificar de «provechosa» la reunión de la comisión bilateral y ha añadido que las críticas «de la derecha» y de «una parte del Gobierno catalán», en referencia a Junts, «que considera insuficientes» los acuerdos alcanzados, demuestran que éstos se enmarcan «en el interés general del país» y evidencian que el Ejecutivo central está «atendiendo a los ciudadanos españoles».
LO DESVINCULA DE LOS PGE
Preguntada si el Gobierno aspira a que Junts se convierta en socio presupuestario como ya lo fue ERC con las cuentas de este año, Rodríguez ha incidido en que las reuniones de la comisión bilateral se enmarcan «en la normalidad institucional» que establece el Estatut y no «a ninguna otra cuestión».
Tras recalcar que lo que espera es una «relación real entre administraciones» que sirva para «resolver los problemas más cercanos de la ciudadanía», Rodríguez ha señalado que el Gobierno no hace distingos entre partidos en función de la militancia de los consejeros los que dialoga.
«No miramos el color político, son los representantes de los catalanes, son su Gobierno», ha enfatizado, antes de mostrar su deseo de que las cuentas públicas para 2022 conciten un amplio apoyo. «Esperamos que se valoren desde el punto de vista de la recuperación», ha apostillado.
Y en este punto, ha vuelto a mirar al PP para recordarle que, pese al «catastrofismo» con Casado que recibió los Presupuestos vigentes, éstos están sirviendo para encauzar la recuperación.
«Deseo que la oposición cambie de rumbo por el bien de España», ha señalado, reconociendo que la «crítica política es positiva» pero que «crispar por crispar para nunca llegar a acordar no es útil para los intereses de España».