Desde hace miles de años, a las ojeras se les ha conseguido muchas explicaciones y razones sobre su aparición, como el no descansar lo suficiente, estar sometido a un gran estrés o que simplemente se podía tratar de una cuestión de genética.
Algo de lo cual casi nunca se había escuchado, como una de las razones de la aparición de las ojeras, era que fuera por culpa de las gafas de sol, sobre todo ahora que las gafas de sol atrevidas están de moda y la verdad es que este accesorio es uno de los mayores responsables de ellas.
Según nos ha confirmado la doctora estético Natalia Ribé, el mayor problema que tienen las gafas de sol son sus bordes metálicos. No todas las gafas tienen estos bordes, pero las que sí los traen hacen que la luz del sol se refleje mucho más, lo que nos explicaría por qué de esas manchas que suelen aparecer marcando mucho más nuestras ojeras.
Algo que debes tener presente es que aunque tus gafas de sol no posean en sus monturas bordes metálicos, no te encuentras a salvo de sufrir de ojeras y manchas. La doctora estético Natalia Ribé nos manifestó que “En el 80% de los casos de los cambios de coloración en las ojeras de las personas, puede existir un hundimiento y hasta depresión”.
3Ojeras pigmentadas
Si hablamos del tipo de ojeras que son pigmentadas, estas aparecen por causas genéticas o también por algún consumo de medicamentos. Otra de las causas por las que pueden aparecer las ojeras pigmentada es por un exceso de exposición a la luz solar y llevar puestas gafas de sol que poseen una montura con bordes metálicos.
Según nos dice José Manuel Fernández “Cuando nos encontramos en verano, es evidente que el uso de las gafas de sol crece sin control. Finalmente, se ha podido comprobar que el uso de las gafas que poseen una montura metálica puede producir un gran aumento de la reflexión de los rayos del sol, haciendo que esta cause una sobreexposición en la zona con un agravamiento de la pigmentación que haya sido localizada”.
Algo que muy pocas personas saben es que el sol agota casi por completo las reservas de humedad que se encuentran en la piel y también en el contorno de los ojos, lo cual hace que esta se quede prácticamente deshidratada hasta llegar a un punto preocupante.