Estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 están dejando grandes gestas deportivas, pero una que protagonizó Simone Biles no tuvo nada que ver con la lucha por alguna medalla olímpica y si más bien por mandar un mensaje muy potente a toda la sociedad: la salud mental y el amor propio. La estadounidense se encargó de hacer visible los problemas de salud mental que sufren algunos deportistas de élite y que en ocasiones no dejan que se vean para complacer a otros o para satisfacer al público; sin embargo, la atleta renunció a los eventos que iba a disputar en la capital nipona para protegerse de los males que le estaba causando tanta presión. Muchos se levantaron a criticar y expresan su incomprensión al ver que unos atletas que tienen fama, dinero y tanto éxito no pueden sobrellevar el salir a competir; pero ella demostró que no todo es así.
Lo de Simone Biles ha servido como ejemplo para escenificar como los atletas pueden sufrir de las cuestiones y los problemas de cualquier persona; que por más dinero, fama y éxito que se tenga no impide que la presión, la ansiedad, hasta la depresión ataquen en cualquier momento. Casos como los de la norteamericana se han dado a lo largo de los últimos tiempos; pero la valentía que ella mostró al hacerlo en unos Juegos Olímpicos escenifica que estos problemas pueden suceder en cualquier momento y, a pesar de la importancia, dar un paso al costado y procurar primero su propio bienestar es lo más sensato. Como lo sucedo en Tokio, en otros escenarios y eventos se han producido actos similares; no obstante, aunque las críticas y la ignorancia han hecho presencia con comentarios indebidos, todos estos atletas se han retirado de eventos en beneficio de su propia salud.
4Iniesta se sometió a una enorme presión
Uno de los casos más representativos y de mayor repercusión en España fue el de Andrés Iniesta. Como Simone Biles, el de Fuentealbilla estuvo alejado un tiempo de las canchas al padecer de depresión y tuvo la valentía de hacerlo público; aunque esto no lo hizo para dar lástima, lo hizo para que las personas entendieran por el momento tan difícil que estaba pasando y para darle ánimos a otros deportistas al decirles que estaba bien sentirse así, pero que buscar ayuda era lo mejor que podían hacer antes de seguir cayendo en el vacío. Parece increíble que un futbolistas con tanta fama y talento, que ganó todo con el Barcelona y con España, no se sintiera feliz; sin embargo, el manchego lucho contra la dura muerte de su amigo Dani Jarque y los problemas físicos que le estaban impidiendo rendir bien. Todo eso junto le hizo mucho daño.
«De repente, uno empieza a encontrarse mal. No sabe por qué motivo, pero un día está mal. Y al siguiente, también. Y así, día tras día. No mejoras. Y el problema es que no sabes lo que realmente te está pasando. Me hacen un montón de pruebas. Todas salen perfectas. Pero mi cuerpo y mi mente se desencuentran, se alejan. Nada produce mayor congoja que no saber qué es lo que te está pasando. La bola se va haciendo más grande. Te encuentras mal y la gente que te rodea no lo entiende. Y el Andrés que todo el mundo conoce se va quedando vacío por dentro. Eso es duro, muy duro», ha explicado Iniesta en múltiples entrevistas. Con mucha ayuda, paciencia y amor de familiares, amigos y los profesionales, el futbolista logró superar sus problemas, algo que se espera que Simone Biles pueda hacer.