Estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 están dejando grandes gestas deportivas, pero una que protagonizó Simone Biles no tuvo nada que ver con la lucha por alguna medalla olímpica y si más bien por mandar un mensaje muy potente a toda la sociedad: la salud mental y el amor propio. La estadounidense se encargó de hacer visible los problemas de salud mental que sufren algunos deportistas de élite y que en ocasiones no dejan que se vean para complacer a otros o para satisfacer al público; sin embargo, la atleta renunció a los eventos que iba a disputar en la capital nipona para protegerse de los males que le estaba causando tanta presión. Muchos se levantaron a criticar y expresan su incomprensión al ver que unos atletas que tienen fama, dinero y tanto éxito no pueden sobrellevar el salir a competir; pero ella demostró que no todo es así.
Lo de Simone Biles ha servido como ejemplo para escenificar como los atletas pueden sufrir de las cuestiones y los problemas de cualquier persona; que por más dinero, fama y éxito que se tenga no impide que la presión, la ansiedad, hasta la depresión ataquen en cualquier momento. Casos como los de la norteamericana se han dado a lo largo de los últimos tiempos; pero la valentía que ella mostró al hacerlo en unos Juegos Olímpicos escenifica que estos problemas pueden suceder en cualquier momento y, a pesar de la importancia, dar un paso al costado y procurar primero su propio bienestar es lo más sensato. Como lo sucedo en Tokio, en otros escenarios y eventos se han producido actos similares; no obstante, aunque las críticas y la ignorancia han hecho presencia con comentarios indebidos, todos estos atletas se han retirado de eventos en beneficio de su propia salud.
1Simone Biles prefirió poner por delante su salud mental
Obviamente esto no representa una medalla, tampoco una hazaña impresionante como la de David Valero y otros atletas, que triunfan cuando menos se lo esperan; pero lo cierto es que lo que hizo Simone Biles representa un gran logro. El hecho de renunciar en un competición tan importante como los Juegos Olímpicos, si que tiene un peso muy grande; más aún si la razón es querer salvaguardar la salud mental. Ganar una medalla y lucirse, cuando es tu deseo y con lo que ha soñado siempre, nada tiene que ver con la presión a la que estaba sometida la estadounidense por la mejor del mundo en su disciplina y por el peso de tener que ganar todas las medallas de oro posibles. Ante eso, la atleta prefirió irse por su propio bien y declaró: «Cuando salgo ahí sola tengo que confrontar los demonios de mi cabeza».
Claro que Simone Biles entendía lo que estaba en juego, el prestigio y la gloria que suponía volver a triunfar en unos Juegos Olímpicos; pero lo cierto es que ella eligió sentirse mejor consigo misma y retirarse para cuidar su salud mental, pues esto al final era lo más importante. «Obviamente son los Juegos, algo enorme, pero al final del día lo que queremos es salir de aquí por nuestro propio pie, no en camilla», explicó con mucho tino la atleta norteamericana.