Las acciones de Naturgy se han alejado del precio ofrecido por el fondo australiano IFM en su OPA parcial voluntaria para hacerse con hasta un 22,69% de la energética tras caer este jueves más de un 2% en Bolsa, después de presentar ayer su nuevo plan estratégico 2021-2025.
En concreto, los títulos de la energética retrocedieron al cierre de la sesión hasta los 21,83 euros, tras perder un 2,11%, siendo uno de los valores más castigados del Ibex en la jornada, tan solo por detrás de Indra.
Naturgy acumula una caída en los dos últimos días de casi un 3,3% en su cotización, después de presentar su estrategia para los próximos cinco años.
Según la ‘hoja de ruta’ para el próximo lustro, el grupo presidido por Francisco Reynés impulsará sus inversiones hasta los 14.000 millones de euros en el periodo para afrontar su apuesta por las renovables y ser protagonista de la transición energética, acompañando ese esfuerzo inversor de un recorte en su política de dividendos.
En concreto, la compañía prevé repartir unos 5.900 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2021-2025, con una retribución anual de un suelo de 1,2 euros por título.
A finales del pasado mes de enero, IFM presentó su oferta pública voluntaria parcial de adquisición por hasta ese 22,69% de Naturgy, valorándolo en unos 5.000 millones de euros, a un precio de 23 euros por acción, que posteriormente fue ajustado a 22,37 euros por acción tras el abono en marzo del dividendo por la compañía.
Así, el precio de cotización actual de la compañía presidida por Francisco Reynés se sitúa actualmente un 2,4% por debajo del valor de la oferta del fondo australiano.
NUEVO AJUSTE DE LA OFERTA CON UN DIVIDENDO EN AGOSTO.
No obstante, la oferta de IFM registrará a principios del próximo mes un nuevo ajuste en su precio, ya que Naturgy, dentro ya de su plan estratégico, anunció el abono de un dividendo a cuenta de 0,3 euros el 4 de agosto, lo que llevará la oferta del fondo australiano, hasta los 22,07 euros por título.
Los títulos de la energética se habían revalorizado con fuerza en lo que va de año, con una subida de más del 15% desde los 18,96 euros con que despidió un 2020 marcado por la crisis del Covid-19.
Cuando anunció su OPA voluntaria y parcial, la oferta de IFM representaba una importante prima sobre unas acciones que entonces cotizaban en torno a los 19 euros. Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho que el mercado haya ido recortando esa prima.
De todas maneras, las caídas en estas dos últimas sesiones han vuelto a poner la oferta de IFM por encima del valor de mercado de la energética.
DIVISIÓN DE OPINIONES EN LOS ANALISTAS SOBRE EL PLAN.
Y es que la nueva ‘hoja de ruta’ del grupo no ha tenido la unanimidad del mercado a la hora de recibir su visto bueno. Así, Goldman Sachs ha puesto en valor que el plan a 2025 de Naturgy, con un impulso del 30% a las inversiones, apunta a un crecimiento anual de dos dígitos en los resultados finales durante los próximos cinco años, valorando además los objetivos como «un desarrollo positivo en la historia de estrategia y equidad de Naturgy».
También han destacado la estrategia de Naturgy los analistas de Barclays, que creen que las expectativas de crecimiento están en general por encima de sus previsiones y consideran que «esto podría presionar al alza la oferta de IFM, asumiendo que la oferta sea aprobada por el Gobierno español en agosto».
Por su parte, BNP señala el ambicioso plan de la compañía para crecer en renovables y subraya que Naturgy deberá cumplir con su plan a medida que tenga más claridad sobre «cómo planea alcanzar los objetivos, así como la resolución final de la oferta de IFM».
Sin embargo, los analistas de Alantra consideran que los objetivos del plan para los próximos años de la energética «no son realistas» y reitera su recomendación para la compañía en ‘vender’, con un precio objetivo de 20,22 euros.
En ese sentido, ven los objetivos de crecimiento de Naturgy hasta 2025 «demasiado optimistas», con una meta de renovables de más de 9,4 gigavatios (GW), lo que, en su opinión, implica un «muy alto riesgo de ejecución», considerando que el ‘pipeline’ (24,8 GW) se encuentra en «etapas tempranas» y en un contexto de «fuerte competencia e inflación de precios de estos activos».
Asimismo, Alantra estima «insuficiente» el recorte en el dividendo por acción anunciado por el grupo para el periodo, ya que la estimación de un suelo de 1,2 euros al año como retribución a sus accionistas implicaría un pago de más del 100% en 2021-2022.
Mientras, Bernstein considera el plan de negocio de Naturgy «más ambicioso» en suministro y redes en comparación con las previsiones de la firma, ayudado por las expectativas de crecimiento y eficiencias. Especialmente en el suministro, advierte de que «podría existir el riesgo de que se reduzcan los precios de las eficiencias y no se cumplan objetivos».
PENDIENTE DEL VISTO BUENO DEL GOBIERNO.
Además, la oferta de IFM está pendiente, casi seis meses después de que se anunciara, de recibir el visto bueno del Consejo de Ministros, debido a la normativa de blindaje aprobado el año pasado en plena pandemia, que permite al Ejecutivo vetar la compra por un inversor extranjero de más de un 10% de una empresa española de un sector estratégico.
También se ha topado el fondo australiano con la resistencia CriteriaCaixa, accionista de referencia histórico de Naturgy -antigua Gas Natural Fenosa-, que en mayo anunció su decisión de reforzar su presencia en el capital social de la energética, sin llegar a sobrepasar el 30% del accionariado, nivel a partir del cual la legislación obliga a formular una OPA.