Para muchos adaptarse a un nuevo estilo de vida cuesta demasiado, mientras que otros lo saben llevar un poco mejor según van pasando los días. Pilar Rubio es un buen ejemplo de lo segundo, pues desde que llegó a París ha sabido bandear un poco mejor las cosas de lo que se esperaba. Tras tantos años viviendo, trabajando y desarrollándose en Madrid, se podría pensar que le costaría mucho más encontrarse en la capital francesa; pero para la madrileña no está siendo problema alguno vivir en esta nueva ciudad. Mientras a Sergio Ramos, su esposo, todavía le está costando un poco más; al punto de que no logra encontrarse en una estado físico óptimo para hacer su debut con el PSG, a su esposa se le ha hecho más fácil estar en Francia.
Ciertamente la ciudad y el ambiente le ha sentado bien a una Pilar Rubio que sigue deslumbrando a todos sus seguidores con posados candentes, de esos que dejan a todos con la boca abierta y pidiendo mucho más. Aunque por supuesto también tiene todo tipo de fotos, como con su familia, algunos amigos, junto a su esposo o incluso entrenando; la verdad es que son las que sale muy seductora las que se suelen llevar un gran número de piropos. En París no ha perdido nada de ese toque sensual que posee y en cada una de las veces que sale a descubrir la ciudad y se le ocurre fotografiarse, la influencer saca a relucir esa belleza que la sigue colocando como una de las Wags más sexys que hay.
6Una belleza espectacular
Cuando se supo la noticia del adiós de Sergio Ramos del Real Madrid, muchos lamentaron su partida; sin embargo, también hubo muchos que se entristecieron por la marcha de Pilar Rubio. La pérdida por parte de España de una de sus Wags más potentes es un golpe del que tardará en reponerse, pero no cabe duda de que los posados que publica la madrileña constantemente están haciendo su ausencia en la capital española un poco más llevadera. Ya sea en bikini, bañador, vestido, ropa casual y hasta haciendo ejercicios, la influencer encanta a todos sus fans con esa magia tan suya que tiene para enamorar con una sola mirada; algo que fácilmente se le pude atribuir a esa belleza despampanante que tiene. En esta imagen lo deja más que claro con ese suéter sin mangas y esa falda blanca que hace juego. Realmente su belleza no tiene límites.