Las cámaras profesionales que lanzan las compañías al mercado generalmente suelen gustar mucho. Pero algunas veces ocurre que pueden parecer mejores de lo que son a la hora de probarlas. Y esto es lo que ha pasado con la Sony A7C, con la presentación reciente, pero que probamos hace muy poco tiempo.
En principio las especificaciones son ideales: un cuerpo compacto y mucho más económica, junto a una pantalla articulada, enfoque muy rápido y una calidad de imagen realmente potente.
5Limitaciones de almacenamiento
Y es que también hay que tener en cuenta que la A7C olvida a la segunda ranura que admite las tarjetas memoria. Esto mismo ocurre en la gama A6000 que puede llegar a justificarse por la necesidad de más espacio.
Y esto no es lo único, ya que en este modelo también hemos notado la carencia del segundo dial de control y aún más el joystick trasero que ayuda a conseguir una selección del punto de enfoque de forma más fácil y sencilla. Aquí Sony ha dejado mucho que desear también.
Pero no son los únicos inconvenientes de la cámara, ya que los menús es otro apartado que tampoco ha mejorado. Después de que Sony lanzara al mercado la A7S III se esperaba que todos los modelos siguientes que lanzara la compañía tuvieran ese mismo tipo de menú, ya que es mucho más sencillo de manejar. Pero lo cierto es que con la A7C han vuelto a los menús convencionales.