La leche frita es un postre clásico de la gastronomía española y su origen se le atribuye a la localidad de Palencia, desde donde se propagó al resto de las regiones. Este es un postre que aunque es bastante laborioso no es difícil de hacer. Pocas variaciones se le han hecho a tan rica preparación; sin embargo hoy por hoy es posible comer el más delicioso bizcocho de leche frita que te puedas imaginar.
En el terreno de los dulces, el recetario de cada región se encuentra lleno de los más ricos y tradicionales. De igual forma un buen bizcocho es sumamente apreciado; así que lograr una combinación de este con la tradicional leche frita, puede resultar en un deleite total. ¿Te animarías a probar esta forma de comer este rico dulce típico?
Variantes de la leche frita
La receta original de la leche frita consiste en preparar una crema con leche, maicena, azúcar y aromatizantes como canela y opcionalmente piel de limón o de naranja; la cual al cuajarse es cortada para luego rebozar y freír en aceite; para finalmente ser espolvoreada con una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Al tratarse de un postre preparado con ingredientes básicos, la leche frita se ha adaptado a las diferentes regiones de España; en las que se le añade un toque muy personal. Se le pueden añadir otros sabores como cacao o zumo de naranja. Así mismo, en los restaurantes este postre por lo general es acompañado de porciones de helado, crema chantillí o salsa de chocolate.
Aparte de añadir algunos ingredientes, a la hora de la cocción también han surgido algunas variables. Por ejemplo: hay quienes prefieren prepararla al horno e incluso en el microondas.
El precursor del bizcocho de leche frita: La leche frita horneada
Una de las variantes de la leche frita, es prepararla horneada en lugar de frita. De esta forma se reduce sustancialmente la cantidad de grasas y calorías que esta contiene. En lugar de freírla, una vez rebozados los cuadros de leche se colocan en un recipiente para hornear y se llevan al horno a 230°C por 8 minutos. Y así han logrado un rico postre de sabor tradicional, pero un poco más ligero.
No sería de extrañar que de esta última variante se originara el riquísimo bizcocho de leche frita, el cual respetando todos los ingredientes de la receta tradicional, presenta algunas modificaciones para servirlo de una manera completamente diferente.
Bizcocho de leche frita, así se hace
Tal como te comentaba, seguramente la leche frita al horno ha sido el postre predecesor del bizcocho de leche frita. La preparación de este delicioso bizcocho es una variante de la receta original, pero respetando los ingredientes clásicos. De hecho su preparación se inicia del mismo modo que la receta original. El resultado de esta receta es un bizcocho suave y delicado con un sabor fenomenal y tradicional.
Para empezar coloca en una olla a fuego medio 1 litro de leche completa, cuando esta comience a hervir, retírala del fuego. Añade una rama de canela y opcionalmente le puedes agregar la piel de 1 limón o de 1 naranja. Tapa la olla y deja que la leche absorba los sabores y olores de la canela y la piel de limón. Deberás dejarla reposar por unos 15 a 30 minutos.
En otro recipiente bate 10 huevos y 240 gramos de azúcar hasta que aumenten su volumen, añade 300 gramos de harina y revuelve hasta que no haya grumos.
Retira la piel de limón y la rama de canela de la leche tibia y lleva nuevamente al fuego. Remueve constantemente y vierte la mezcla de huevo, azúcar y harina a la olla. Es muy importante que no dejes de remover y que permitas que la mezcla espese perfectamente.
El paso de la transición: de leche frita a bizcocho
Como has podido notar, la diferencia en la preparación ha sido la incorporación de la harina en mayor cantidad y sustituyendo la maicena, espesante generalmente utilizado para hacer la leche frita tradicional. Con la harina se consigue la compactación definitiva al momento del horneado, que será la fase final de la preparación de este riquísimo bizcocho.
Para dar los últimos pasos y lograr hacer un rico bizcocho partiendo de los ingredientes de la leche frita, engrasa y enharina un molde para evitar que el bizcocho se pegue. Vierte la mezcla y tapa el molde con papel de aluminio para evitar que se queme en la superficie.
Para completar la cocción, lleva al horno precalentado a 170° C por un lapso de tiempo entre 35 y 40 minutos. Cuando hayan transcurrido 25 a 30 minutos de cocción retírale el papel de aluminio y continúa con la cocción.
Al transcurrir el tiempo restante pincha en el centro del bizcocho con un cuchillo o palillo y cuando este salga limpio, retira del horno y deja enfriar.
El bizcocho de leche frita se degusta mucho mejor cuando está bien frío; por esta razón, apenas se encuentre a temperatura ambiente llévalo a la nevera y deja que se enfríe muy bien.
Al momento de servir puedes espolvorear un poco de azúcar con canela y así realzar aún más el sabor de la tradicional leche frita pero esta vez en forma de bizcocho. Sin lugar a dudas es una forma de salir de lo común y degustar un dulce bizcocho de sabor inigualable.