El síndrome de Guillain-Barré (GBS) es una enfermedad autoinmune relativamente rara que daña los nervios periféricos y las raíces nerviosas, provocando parálisis y otros síntomas neurológicos. La enfermedad puede tomar un curso severo con una estadía prolongada en el hospital y generalmente se transmite por sí sola.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ?
El síndrome de Guillain-Barré (SGB) es una enfermedad inflamatoria de los nervios periféricos y las raíces nerviosas, que se manifiesta como una parálisis progresiva, generalmente a partir de las piernas. Posteriormente, los brazos y la cara también pueden verse afectados.
Los casos muy graves con parálisis de los músculos para respirar y tragar pueden poner en peligro la vida.
La extensión de los síntomas de la parálisis es muy variable, es decir, el espectro va desde restricciones de movimiento apenas perceptibles hasta parálisis severa de grandes partes del cuerpo.
El entumecimiento, la parestesia o el dolor también pueden ser una expresión de la enfermedad. Por lo general, los síntomas retroceden en el orden inverso al que ocurrieron. La mayoría de los pacientes se curan completamente con una función motora normal. El daño permanente es la excepción.
CAUSA PRINCIPAL DEL SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ
Se cree que la causa del síndrome es una reacción autoinmune dirigida contra los nervios periféricos y las raíces nerviosas de la médula espinal. Unas semanas antes, los afectados suelen tener una infección gastrointestinal común o una infección respiratoria.
Los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico pueden atacar falsamente la vaina protectora de mielina de los nervios, particularmente después del contacto con ciertos patógenos.
Una de las causas más comunes es una infección intestinal por Campylobacter jejuni. También se sospecha una conexión con infecciones causadas por el virus Zika.
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ
En alrededor del 75% de los casos, una infección causal previa puede identificarse como la causa. La mayoría de las veces se trata de una infección respiratoria o intestinal.
De dos a cuatro semanas después de esta primera enfermedad, suelen aparecer los primeros síntomas del síndrome de Gullain-Barré, por ejemplo parestesia en los pies.
La debilidad muscular y la parálisis siguen un poco más tarde. La parálisis suele comenzar simétricamente en las piernas o, con menos frecuencia, en los brazos y se mueve de abajo hacia arriba. La parálisis a menudo se propaga en unos pocos días o incluso horas.
En casos graves, la parálisis puede afectar en última instancia a las vías respiratorias, la garganta y los músculos de la cara. También pueden ocurrir arritmias cardíacas o fluctuaciones en la presión arterial debido a la participación del sistema nervioso autónomo.
Una forma especial rara de esta enfermedad es el síndrome de Miller-Fisher, que también conduce a la parálisis de los músculos oculares.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en el historial médico del paciente y los resultados del examen médico. Los signos típicos durante el examen son pérdida de fuerza, reflejos musculares desaparecidos y posiblemente alteraciones sensoriales en piernas o brazos.
La estancia hospitalaria con seguimiento hospitalario es fundamental para este cuadro clínico. El examen del licor (Licor) y las mediciones electrofisiológicas de los nervios (ENG) y los músculos (EMG) conducen en la mayoría de los casos al diagnóstico final.
Estos cambios suelen tardar una o dos semanas en notarse. Una resonancia magnética de la espalda baja también puede revelar cambios en las raíces nerviosas típicas de la enfermedad.
TERAPIA
El tratamiento se lleva a cabo en el hospital, ya que el paciente debe ser monitoreado de cerca en la fase aguda. Dado que los síntomas también pueden afectar los músculos respiratorios en casos graves, es posible que el paciente deba ser ventilado artificialmente en una unidad de cuidados intensivos.
Hasta un tercio de todos los pacientes dependen de dicha ayuda para respirar durante el curso de la enfermedad. La fisioterapia es un elemento importante e incluye, por ejemplo, movimientos pasivos de las articulaciones. Los ejercicios de respiración ayudan a prevenir la neumonía.
A medida que la afección mejora gradualmente, lo más importante para los afectados es volver a entrenar sus músculos.
Actualmente, el tratamiento preferido suele ser la administración intravenosa de altas dosis de inmunoglobulinas (IVIG). La IgIV está hecha de inmunoglobulinas (anticuerpos) de donantes de sangre sanos y afecta el sistema inmunológico del cuerpo.
El fármaco acelera la regresión de los síntomas y reduce el riesgo de complicaciones y recaídas.
Otra posibilidad equivalente de terapia es la plasmaféresis. Con la plasmaféresis, la sangre del paciente se limpia con una máquina. Los anticuerpos, que son fundamentales para el desarrollo del síndrome de Guillain-Barré, se eliminan y la sangre se devuelve al paciente. El número de tratamientos generalmente se limita a cuatro a seis.
La terapia también conduce a un curso más corto de la enfermedad y síntomas menos severos, pero debido a la terapia más compleja, generalmente solo se usa cuando falla la IVIG.
PRONÓSTICO
Los pacientes con síndrome de Guillain-Barré generalmente desarrollan la máxima gravedad de los síntomas en una semana. Esto contrasta con una regresión muy lenta de la enfermedad, que a menudo puede tardar de seis a doce meses en completarse la recuperación.
En los niños, el curso es generalmente más corto y la recuperación completa es más común. Una pequeña proporción de los afectados puede retener un daño neurológico persistente, como parálisis o alteraciones sensoriales. La mortalidad por la enfermedad grave es de aproximadamente el 5%.