Los fondos UCITS de renta variable obtuvieron una rentabilidad del 11% entre 2010 y 2019, en tanto que la de los de renta fija fue del 5,1% y la de los mixtos, del 6,3%, según un estudio reciente de la Federación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama).
Por el contrario, la rentabilidad de los depósitos bancarios fue solamente del 0,5% en ese periodo, lo que significa que el rendimiento total de los fondos de renta variable fue del 184%, frente al 5% de los depósitos.
El informe, que usa datos del ESMA, pone de relieve que la mayor parte de los hogares europeos no ahorran directamente en instrumentos del mercado de capitales debido a, principalmente, la aversión al riesgo de la mayoría y el desconocimiento de los rendimientos generados.
Por eso, Efama considera que se debe poner «un mayor énfasis» en los retornos netos generados por los citados instrumentos en el largo plazo y explicar que existe un coste de oportunidad cuando se acumula una cantidad «excesiva» de patrimonio en los depósitos bancarios.
Para asegurar que los inversores minoristas participen más en los mercados de capitales, necesitan conocer no solo los costes, sino también los beneficios de las inversiones y, más en general, el valor de las soluciones de inversión ofertadas», expone Efama en las conclusiones del informe.
La Federación también ha calculado los resultados teniendo en cuenta el impacto de la inflación para el inversor, con lo que los UCITS de renta variable tendrían una rentabilidad del 7,6% de media entre 2010 y 2019; los mixtos, del 3%, y los de renta fija, del 2,3%, mientras que los depósitos habrían obtenido unas pérdidas del 1%.
Si un inversor hubiera invertido 10.000 euros a principios de 2010, hubiera obtenido con un fondo de renta variable un avance del 40%, hasta los 28.318, en tanto que con uno de renta fija, este hubiera avanzado hasta los 18.405 euros, un 30% más.
La rentabilidad es similar en estos últimos y en los mixtos, con los que hubiera acumulado 16.507 euros. Por el contrario, con los depósitos solo habría concentrado 10.531 euros.
Si se tiene en cuenta una cartera conformada por fondos tanto de renta variable como fija y mixtos, el inversor hubiera acumulado 21.801 euros. Teniendo en cuenta el impacto de los costes y la inflación para el consumidor, la rentabilidad sería del 61% en esta modalidad, frente al 10% negativo de los depósitos.
En 2020, por su parte, el rendimiento de los UCITS de renta variable fue del 5,3% si se tienen en cuenta los costes y la inflación y a pesar del estrés de los mercados en marzo.
La Efama explica en el informe que el comportamiento de los fondos en los últimos años ha estado impactado positivamente por la reducción de sus costes, que ha caído un 16% en los fondos de renta variable, un 7% en los de renta fija y un 3% en los mixtos.