Joan Laporta sabe que el Barcelona tiene que dar la talla durante esta temporada. Por eso es que a pesar de la crisis financiera está tratando de armar un buena estrategia que le permita tener una oncena renovada. A estas alturas, sólo le queda blindarse, porque el resto de los equipos que hacen vida en el torneo local están haciendo lo propio. Además, el DT está midiendo fuerzas en los encuentros previos de cara a determinar quiénes son los pupilos de Ronald Koeman para afrontar los compromisos que se le vienen a los azulgranas.
Si bien muchas veces el empresario español se ha salido con las suyas, a día de hoy se está encontrando con una barrera bastante alta que, sin duda alguna, lo pone contra las cuerdas. Un no rotundo es lo que ha recibido, y ya te diremos por qué y qué quería exactamente el jefe del club catalán.
4Laporta se pone su propia soga al cuello
Todo estaba prácticamente dicho para que Ñíguez tomara nuevos rumbos, al igual que Griezmann. No obstante, Laporta puso su propias limitantes que lo han fulminado de hacer una negociación efectiva con los rojiblancos. De un momento a otro, el presidente de los catalanes se retractó, y para negociar solicitó antes que nada dinero a su favor.
O en caso tal, que hubiese otro jugador a manera de trueque. Para el dueño del Barcelona, su cambio de idea surgió debido a que Saúl está perdiendo bastante terreno en el mercado. Aunado a ello, ha visto que el futbolista no se ha ganado un puesto en las filas de estratega sudamericano. Por otra parte, ve con buenos ojos a otro jugador para llegar a un acuerdo.