Las sopas frías se encuentran reinando en estos meses calientitos de verano y si bien en España se cuenta con el rico gazpacho andaluz y con el tradicional salmorejo; también cae de perlas una sopa fría de yogur.
Gracias a todas las propiedades saludables que de por sí contiene, el yogur es sin lugar a dudas un superalimento que combinado con otros ingredientes resulta en un potente y saludable plato. En el caso de consumirlo como sopa fría existen muchísimas variaciones, especialmente en el menú gastronómico de los Balcanes.
Hoy te presentaré varias propuestas de sopa fría de yogur, la más tradicional, con nueces o con manzanas para que elijas la que más te guste; además te hablaré un poco sobre las ventajas que ofrece para tu salud y sobre su importante aporte de proteínas y calcio que te harán más saludable.
El yogur: aporte perfecto de proteínas y calcio para la cena
En toda la región de los Balcanes existe una gran fascinación por el yogur y los platos que se pueden elaborar utilizándolo como ingrediente principal; y no es para menos, el yogur ya era conocido y consumido desde hace más de 4000 años en Tracia, territorio de Bulgaria y desde allí llegaría a Turquía y a toda la región balcánica, donde lo adoptaron de manera inmediata como uno de sus alimentos favoritos.
El biólogo ruso IIya IIych Mechnikov sería el encargado de demostrar a toda Europa a principios de 1900, como el yogur contribuía a la buena salud y alta esperanza de vida de los campesinos búlgaros. Allí iniciaría la fama de este preciado alimento.
Aparte de ser excelente para la salud gastrointestinal, el yogur brinda un excelente aporte de proteínas y calcio, así mismo, más allá de la cantidad de proteínas que aporta (4 gramos por cada 100 gramos), el tipo de proteína es de alto valor biológico. Son las mismas contenidas en la leche, pero sin los inconvenientes que giran en torno al contenido de lactosa.
Por otro lado, el calcio que contiene contribuye a la formación y mantenimiento de las condiciones de salud músculo esqueléticas, por lo que es un gran aliado en las dietas de los niños y personas mayores así como para aquellos que se preocupan por mantener un estado óptimo de salud. Según el tipo de yogur consumido, será el porte de calcio. El griego por ejemplo contiene 110 mg de proteínas por cada 100 gramos de producto. Conoce cuáles son una verdadera bomba de proteínas.
Sopa fría de yogur, receta sencilla, fresca y deliciosa
Hacer una nutritiva sopa fría utilizando el yogur como su base más importante no es para nada complicado y resultará en una rica y fresca experiencia. Necesitas muy pocos ingredientes y en solo minutos la tienes lista.
Con un yogur de 125 ml tendrás en minutos una rica sopa lista para disfrutar. Viértelo en la licuadora y exprímele el zumo de ½ limón, este potenciará el sabor y las bondades de la base láctea; aportará vitamina C y cualidades depurativas. Toma un pepino mediano, retírale las puntas y la piel, trocéalo y añádelo a la licuadora. Gracias a la cantidad de agua que posee, el pepino se fusionará perfectamente con el yogur, brindando también sus cualidades diuréticas.
Para ampliar aún más las cualidades de esta rica sopa fría, añade cebolleta a tu gusto, un para de ramitas caerán perfectas y otorgarán una buena dosis de vitaminas del complejo B. Para terminar de potenciar las propiedades de esta rica sopa añade una hoja de menta, ½ cucharadita de sal, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y una pizca de pimienta negra. La menta será un aliado digestivo y el toque justo de pimienta negra combatirá los posibles gases que pueda causar el pepino.
Licua todos los ingredientes y de resto será solo servir y disfrutar. Con esta espectacular versión de sopa fría tendrás una cena ligera, de agradable sabor y muy fresca.
Tarator: ultra proteínas con nueces
Como te comentaba en un inicio, el menú gastronómico de los Balcanes reúne interesantes propuestas de recetas con yogur; entre ellas se encuentra el tarator. Esta sopa fría es tradicional de la cocina albanesa y resulta muy refrescante y nutritiva. El añadir nueces enriquece aún más su nivel de proteínas presentes; por lo que es recomendada para vegetarianos no estrictos que deseen obtener buenas opciones proteicas para su alimentación. Con 100 gramos de nueces que consumas, estás ofreciendo a tu organismo 20 gramos de proteína de muy buena calidad.
Tal como la receta anterior, esta es muy rápida y en unos cuanto minutos podrás disfrutarla. Vierte en la licuadora o robot de cocina 250 gramos de yogur griego, 2 dientes de ajo pelados, 200 ml de agua y una pizca de sal. Licúa a potencia máxima por un minuto e incorpora un puñado de nueces, un chorro de aceite de oliva y un pepino mediano de unos 250 gramos previamente pelado y cortado.
Verifica el nivel de sal y licúa a potencia media si deseas sentir los tropezones de pepino mientras vayas a disfrutarla, de lo contrario licúala muy bien. Puedes aportar mayor cremosidad añadiendo un yogur más o disminuyendo la cantidad de agua.
Refrescante y llena de vitaminas: el divino toque de las manzanas verdes
La combinación de manzanas verdes con el yogur da como resultado una sopa fría sencillamente tentadora e imperdible. La manzana aporta vitamina A, B, C, E y K. Este aporte de vitaminas combina perfectamente con las cualidades del delicioso alimento lácteo y tu cena será además de nutritiva muy aromática y rica.
Prepararla es sumamente sencillo, vierte en la licuadora 2 yogures naturales desnatados o griego. Pela y corta en cubos una manzana verde y un pepino mediano y añádelos al yogur. Licua muy bien todos los ingredientes, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto y estará lista para disfrutar.
Sírvela en vasos con trocitos de manzana verde a modo de decoración y disfruta. Las manzanas son excelentes aliadas de las sopas frías, con ellas puedes preparar también el más rico y nutritivo salmorejo de manzanas.
