La ensaladilla rusa es un plato forma parte de nuestra gastronomía más tradicional, y suele estar mucho más presente en las mesas en la época de calor, cuando los platos fríos son más apetitosos que nunca. La receta tiene variaciones según donde se prepare, ya que es un plato habitual también en otros puntos de Europa, Asia o América. La invención de este plato se le atribuye a un chef belga llamado Lucien Olivier que triunfó en Moscú, sin embargo los ingredientes originales eran muy diferentes. Fue Urbain Dubois, en 1856 quien le dio una repensada a la receta y cambió algunos ingredientes por otros más comunes para que el plato fuese más accesible para todos los públicos.
5MEZCLAR CON CUIDADO
Uno de los errores más frecuentes se producen a la hora de mezclar los ingredientes. Y la ensaladilla rusa es como el Martini, revuelta pero no agitada. Hay que tener en cuenta que está elaborada con verduras cocidas y que hay que tratarlas con delicadeza para no deshacerlas en el proceso. A la hora de preparar los diferentes ingredientes, hay que buscar un buen equilibrio y trocearlos del mismo tamaño, y después mezclarlos con cuidado. A algunas personas les gusta que la ensaladilla rusa tenga un punto cremoso, y en este caso lo que recomiendan los expertos es machacar algunas porciones de patata con el tenedor, pero no todas, y luego mezclar con cuidado con los demás ingredientes. Después, antes de hincarle el diente, hay que dejarla reposar unas horas para que los ingredientes se integren y se enfríen.