Actualmente, hay problemas como la calvicie que tienen fácil solución. Cada vez son más los hombres que deciden realizarse un injerto capilar. La técnica FUE (Follicular Unit Extraction) es la más habitual, y aunque es sencilla y efectiva, precisa de un equipo médico altamente cualificado para realizar esta intervención.
Tanto esta técnica como otro tipo de métodos como la FUSS o el sistema ARTAS requieren de una clínica capilar especializada. Para realizar cualquier trasplante capilar se requiere de profesionales que puedan hacer un seguimiento al paciente para lograr el mejor resultado. Asimismo, estos especialistas deben contar con todos los instrumentos de trabajo adecuados para ello.
El seguimiento médico en el trasplante capilar
Cuando una persona decide buscar una solución a la alopecia porque afecta a su físico, lo más normal es que se ponga en manos de un centro especializado en trasplante capilar. La principal razón deriva en que el resultado es definitivo y no existe ninguna posibilidad de rechazo al tratar el cabello del propio paciente.
Pero, esto no indica que no puedan surgir ciertos efectos secundarios, o que la persona, ya no necesite una supervisión por un médico especialista en esta área. No todos los pacientes que padecen alopecia experimentan los mismos resultados, por esta razón, lo más adecuado es que un profesional con experiencia sea el responsable de realizar el trasplante para evitar riesgos.
El injerto capilar se caracteriza por ser una cirugía ambulatoria poco invasiva, pero no por ello deja de ser una intervención, por lo que hay que garantizar la seguridad del paciente. Además, si por algún motivo pudiera surgir alguna complicación, si bien no es lo normal, siempre será un médico quien sabrá cómo atender el caso, en cuestión.
Posibles efectos secundarios en el injerto capilar
Siempre que se realiza un injerto hay una fase posoperatoria que requiere de unos cuidados. Es conveniente conocer qué tipo de reacciones o efectos secundarios podrían tener lugar, aunque la intervención sea un éxito.
- Podría generar una pequeña molestia o dolor en los días posteriores a la operación.
- En ciertas ocasiones, puede aparecer un enrojecimiento en la zona intervenida.
- Hay personas que aceptan bien los antibióticos para prevenir infecciones, pero a otras, este tipo de medicamento le suele ocasionar molestias estomacales. Por lo que habría que buscar alternativas.
- También podrían aparecer granitos porque los pelos se pueden llegar a enquistar. Esto es mucho más habitual en la zona de la barba.
- En el primer mes de la cicatrización podrían experimentarse picores y habría que buscar alguna loción para el alivio.
Por otro lado, cabe destacar que también empieza a ser común el implante de cejas para realzar la mirada y buscar simetría en el rostro. Este microinjerto no deja de ser un ejercicio de precisión para modificar el óvalo facial y la distancia entre los ojos. Igualmente, se caracteriza por ser una intervención fácil, pero también requiere de un equipo experto en injerto capilar.
En definitiva, solo un especialista puede determinar cómo realizar una cirugía con éxito y qué tratamiento es el más adecuado para una persona. Hay diferentes tipos de alopecias según el factor hormonal, la predisposición genética o ciertas enfermedades autoinmunes. Esto indica que hay que hacer un estudio previo de la zona donante para valorar la técnica más efectiva.