Esta deliciosa golosina es ideal para esos días de verano en los que el calor nos deja sedientos constantemente. Nada más gratificante que unos polos de frutas que nos refresque, hidrate y aporte energías y vitaminas para el buen desempeño de las funciones del cuerpo.
A pesar de que no se conoce su origen exacto, se sabe que alimentos similares se preparaban desde hace milenios; el aventurero Italiano Marco Polo describe en su viaje a China que estos agregaron jugos de fruta al hielo desde el año 2000 A.C. Así que por allí podemos hablar de una antigüedad bastante considerable de lo que para esa época podemos considerar como helados.
Los Persas por su parte desarrollaron un sistema de preservación del hielo y construyeron bodegas subterráneas en las que lo mantenían almacenado durante el invierno, estos mezclaban el hielo con frutas, mientras que en Europa Alejandro Magno y Nerón enfriaban sus bebidas usando hielo.
El origen de los nombres y la evolución de los helados
El nombre sorbete proviene del turco serbet que a su vez viene del árabe sharbat, con estos nombres identificaban lo que era una mezcla de frutas, azúcar y agua. Con el pasar de los años la receta se fue trasformando y adaptando a cada región.
En el siglo XVI se idearon nuevas maneras de conservar el hielo y con ello aumentaron las recetas de los helados, se dice que cuando Catalina de Medici se casó con Enrique II de Francia sus cocineros llevaron de Italia las recetas secretas de los helados preferidos de Catalina, en Francia le agregaron otros ingredientes y la receta fue evolucionando, llegando a los polos de hoy en día. Estas recetas fueron pasando de generación en generación y conquistaron los paladares de toda Europa.
Un cocinero Siciliano de nombre Francesco Procopio dei Coltelli, quien residía en París es conocido como el padre del helado; desde que emigró de Italia se esmeró como aprendiz de cocina en Francia y desde muy joven experimentó mezclando nieve, jugos de fruta y miel, de allí seguramente deriva la famosa y refrescante nieve de limón.
En 1686 abrió lo que se consideraría la primera heladería de Europa, la cual se llamó Café Le Procope. Allí se aprendería que mediante el uso de sal podían hacer descender la temperatura del hielo hasta lograr el punto de solidificación. Obtuvieron así una licencia del Rey de Francia Luis XIV, para la venta de los polos de cebada, anis, naranja, canela y limón.
Cómo hacer polos caseros y las frutas que puedes usar
Para elaborar los polos puedes elegir la más amplia variedad de frutas. Las más populares son las naranjas, el limón, la sandía y las fresas, estas destacan por su poder refrescante y sus propiedades nutritivas.
Una vez hayas elegido la fruta o la mezcla de frutas para la preparación de los polos debes extraer el zumo de la fruta y seguir simples pasos para la preparación.
Polos de naranja y limón
Ricos en vitamina C, antioxidantes y altamente refrescantes, los polos de naranja resultan ser los helados favoritos para la época de calor. Para prepararlos puedes elegir una de las dos frutas e incluso hacer una combinación de ambas. Simplemente obtén 300 ml de zumo fresco de naranja o limón y resérvalo en la nevera. Prepara un almíbar con 160 ml de agua y 100 gramos de azúcar y remueve constantemente para que el azúcar se disuelva.
Cuando el almíbar se encuentre a temperatura ambiente vierte el zumo de naranja, remuévelo muy bien y llena envase de polo con su respectiva paleta dentro. Lleva los helados a congelar y listo. Estos polos helados permanecen en excelente estado durante todo el verano, así que puedes hacer una vez cantidad suficiente y dedicarte a disfrutar.
Los hidratantes polos helados de sandía
Si los polos de naranja y limón te parecieron sencillos, los de sandía serán la locura. Solo necesitas licuar 500 gramos de pulpa de sandía sin semillas, el zumo de medio limón y azúcar a tu gusto. De hecho, si lo deseas puedes prescindir del azúcar, ya que la sandía es naturalmente dulce.
Una vez licuado todo vierte la mezcla en las poleras y a congelar por unas 5 o 6 horas o hasta que estén perfectamente congelados.
Nutritivos polos helados de fresa
Unos nutritivos y refrescantes polos de fresa son súper sencillos de hacer. Lleva a la licuadora 300 gramos de fresas limpias, añade 150 ml de leche de almendras y si deseas puedes añadir azúcar a tu gusto.
Una vez estén licuados todos los ingredientes, viértelos en los moldes de polos con una paleta y congela por mínimo 5 horas.
Espectaculares y cremosos de frutas y leche
Si no tienes problemas de intolerancia a la lactosa, puedes hacer unos polos de fruta y leche espectaculares. Estos serán más sabrosos y cremosos. Para hacerlos será muy sencillo y disfrutarás de un delicioso resultado.
Vierte en una olla 400 ml de leche líquida y añade 30 gramos de maicena, revuelve hasta que se disuelva bien. Añade 200 ml de crema de leche, 120 gramos de azúcar y una cucharada de vainilla. Integra todos los ingredientes, llévalos a fuego medio y cocina por 10 minutos. Apaga el fuego cuando la preparación comience a hervir.
Toma 500 gramos de la pulpa de tu fruta favorita e intégrala a la preparación anterior cuando esta se encuentre a temperatura ambiente. Licúa muy bien hasta que sea una mezcla homogénea y vierte la preparación en los moldes. Refrigera por 6 horas o hasta que estén perfectamente congelados.
Puedes añadir trozos de fruta o leche condensada casera y obtener unos polos helados divinos. También si lo deseas puedes usar coco. Esta fruta tropical dará como resultado helados cremosos y muy nutritivos.