Las compañías que sufren ciberataques, en gran medida por los ransomware, tienen el gran dilema de pagar o no por el rescate. Entre los principales ataques se encuentra la información secuestrada, archivos encriptados, sistemas caídos, etc. Y junto a esto un mensaje que llega directamente a los ordenadores que se conoce como ciberextorsión: hemos atacado a tu organización, aquí tienes una dirección de contacto para negociar el rescate.
Ante esta situación, hay que afrontar que hacer, pero aquí también tienen un papel fundamental las aseguradoras que deben de tener claro que sus asegurados deben luchar contra un ransomware. Y ante esta situación entra en juego el momento de activar las coberturas de ciberriesgos y aparezcan forenses tecnológicos, abogados, peritos, etc.
2Ataques de denegación de servicio (DoS), los más habituales para hackear empresas
Un ataque de denegación de servicio sobrecarga los recursos de un sistema para que no pueda responder a las solicitudes de servicio. Un ataque DDoS es también un ataque a los recursos del sistema, pero se lanza desde un gran número de otras máquinas anfitrionas que están infectadas por software malicioso controlado por el atacante.
A diferencia de los ataques que están diseñados para permitir al atacante obtener o aumentar el acceso, la denegación de servicio no proporciona beneficios directos a los atacantes. Para algunos de ellos, es suficiente con tener la satisfacción de la denegación de servicio. Sin embargo, si el recurso atacado pertenece a un competidor comercial, entonces el beneficio para el atacante puede ser lo suficientemente real. Otro propósito de un ataque DoS puede ser el de dejar un sistema fuera de línea para poder lanzar otro tipo de ataque.