Toni Acosta y Pepón Nieto. Pepón Nieto y Toni Acosta. Dos grandes artistas que ahora el público de Madrid (y todo el que se quiera acercar) puede verlos actuar en el teatro La Latina. Allí representan la obra clásica ‘Anfitrión’ y en Diario QUÉ! hemos querido estar con ellos para que nos comentaran algunos entresijos de lo que ocurre detrás del telón. ¿Quieres saber qué nos han dicho? Pues dale al play.
‘Anfitrión’ es la adaptación de la comedia clásica de Molière y Plauto, adaptada por Juan Carlos Rubio (conocido por Trigo Sucio o La culpa) que estará en el Teatro La Latina desde el 7 de julio. Con una duración de una hora y cuarenta minutos, en ella nos situaremos en Tebas, concretamente en los años 50 y en una caravana de circo. Allí el dios Júpiter, encarnado por Dani Muriel y su hijo Mercurio (Paco Tous) querrán seducir a Alcmena, interpretada por Toni Acosta. Pero ella es la mujer del general Anfitrión (Fele Martínez). Este está en la guerra con su criado, Sosias (que interpreta Pepón Nieto) y, aprovechando esa situación, Jupiter engaña a Alcmena fingiendo ser Anfitrión para acostarse con ella y engendrar un hijo.
La trama, que bien parece un drama, en realidad es toda una comedia apta para mayores de 14 años.
Aquellos que conocen la historia escrita por Plauto, y versionada por Molière, sabrán que el papel de Alcmena no es más que secundario, ya que apenas interactúa. Todo lo contrario de lo que ocurre en esta obra, donde el papel protagonista se lo lleva ella, Toni Acosta.
Además, trabajan en la obra con el coreógrafo Chevi Muraday como director de movimiento corporal, el escenógrafo Curt Allen Wilmer (Premio Max 2017 de escenografía por Hamlet de la compañía Teatro Clásico de Sevilla) y el músico Julio Awad, autor y arreglista de grandes musicales como Sonrisas y lágrimas o Priscilla, Reina del Desierto.
Sinopsis de ‘Anfitrión’
Un robo, señoras y señores. Eso fue lo que cometió Molière con Anfitrión, el divertido texto original del autor latino Plauto. Y dueño ya de ese suculento botín lo transformó a su antojo gracias al enorme talento que poseía.
Ahora mi querido Pepón Nieto me ha ofrecido ser cómplice en un nuevo hurto y darle forma a la dramaturgia y dirección de este renovado Anfitrión, tomando como base el texto del dramaturgo francés. Y, amparándome en la célebre frase de “quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón”, no me han dolido prendas en hacer lo que intuyo que Molière hubiera hecho de haber vivido en nuestros días. Por un lado, adaptarse a la realidad y reescribir el papel de las mujeres, convirtiéndolas no en simples peones en el varonil tablero de juego sino en verdaderos motores codo con codo con los personajes masculinos. Por otro, profundizar en el juego de la duplicidad y la imagen.
¿Qué son las redes sociales, tan en boga, más que un desesperado intento por observarnos desde fuera, darle forma a nuestro propio ser y mostrarnos (con filtros) al mundo y, por extensión, a nosotros mismos? ¿Necesitamos vernos para creernos? ¿Somos víctimas de nuestra propia imagen y semejanza? Anfitrión es una historia de seres clonados que viven la asombrosa paradoja de verse de piel hacia fuera, una mezcla de lo divino y lo humano, las pasiones y los odios, las infidelidades y los deseos, las risas y algún que otro sentimiento con el sano propósito de entretener. Para poder construir el universo que permite a un texto pasar del papel a las tablas, hemos contado con un equipo de lujo que ha ido aportando, paso a paso, idea a idea, incluso pelea a pelea, todo lo necesario para poder levantar el telón esta noche. Y ahora, pasen y vean, el mayor espectáculo del mundo está a punto de comenzar. Claro que, quizá, en la pista, se encuentren a sí mismos, ¿están preparados? Y, por cierto, si ven a Molière sentado por ahí, díganle que no se olvide de apagar el teléfono móvil.
Juan Carlos Rubio
Director