El analista de seguridad corporativa de Repsol Fernando Marco Mañas ha asegurado este jueves al juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso ‘Tándem’ que desconoce por completo la relación que la empresa pudiera tener con el comisario José Manuel Villarejo porque en aquella época estaba centrado en la volátil situación de Libia debido a los intereses que la petrolera tenía en la nación norteafricana.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, citó a Marco Mañas como testigo porque era uno de los nombres que figuran en el informe que se hizo a nivel interno para analizar el proceso de contratación con CENYT –cabeza del grupo empresarial de Villarejo–, elaborado entre septiembre y diciembre de 2019.
Según fuentes jurídicas, el analista de seguridad corporativa ha explicado al magistrado que su participación en dicho informe fue prácticamente anecdótica. Conforme ha relatado, uno de los compañeros que sí tenían encomendado realizar dicho ‘dossier’ le pidió ayuda en un momento dado para que comprobara si la información que el comisario había proporcionado sobre la ‘Operación Malaya’ estaba disponible en Internet.
Marco Mañas, de acuerdo con las mismas fuentes, ha contado que hizo la comprobación rápidamente, verificando que gran parte de la información reportada por Villarejo era accesible a golpe de ‘click’, y que así se lo comunicó a su compañero mediante correo electrónico. El testigo ha asegurado que esa fue toda su implicación en el informe.
Además, ha puesto de manifiesto que en la época en la que se habrían producido los hechos, entre 2011 y 2012, él estaba dedicado a la parte internacional de seguridad corporativa, especialmente a Libia, donde Repsol tenía intereses por los yacimientos petroleros del país, que en ese momento estaba inmerso en una guerra que concluyó con la muerte de Muamar Gadafi pero dejó como herencia una gran inestabilidad interna.
Así, ha sostenido que en esos años toda su atención estuvo fijada en Libia, indicando que no conoce ni a Villarejo ni CENYT ni cuál era la naturaleza de los servicios contratados por Repsol con el comisario.
CONFORME A LAS NORMAS INTERNAS
Marco Mañas debía haber comparecido el pasado 24 de junio junto a otros responsables de Auditoría Interna de Repsol y Caixabank, pero no pudo acudir, por lo que su cita se aplazó al 15 de julio. Los otros testigos expusieron a García-Castellón ese día que el proceso para contratar los servicios de Villarejo se hizo respetando la normativa interna de ambas empresas.
En concreto, la directora de Auditoría y Control de la energética, Isabel Moreno, destacó que las cuatro facturas pagadas por Repsol al comisario se tramitaron como encargos puntuales sucesivos. Además, explicó que no hubo concurso de proveedores para este contrato porque la normativa interna permite una adjudicación directa cuando se trata de un servicio especializado o por razones de confidencialidad y urgencia, siendo éste el caso, por lo que no pasó por la unidad de compras.
El juez investiga en esta pieza separada de la macrocausa ‘Tándem’ si Repsol y Caixabank, ambas imputadas desde la semana pasada, contrataron a Villarejo para espiar al que fuera presidente de Sacyr Luis del Rivero y su entorno con el objetivo de frustrar un intento por parte de éste y la petrolera mexicana Pemex de hacerse con el control de Repsol.