La reanimación cardiopulmonar, RCP o también conocido como masaje cardíaco, es un método para salvar la vida de una persona que está presentado fallas respiratorias. Es decir que no tiene signos de vida y está inconsciente y podría morir.
Toda persona que presenta algún problema respiratorio no tienen ningún tipo de estímulo. Mayormente estas personas presentan palidez y en muchas ocasiones el cuerpo tiende a ponerse de un color morado.
No tienen movimientos ni muchos menos reaccionan ante nada. Es justo en ese momento en el que una reanimación cardiopulmonar o RCP entra en funcionamiento.
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Por lo general, una RCP se realiza a fin de mantener la oxigenación de los diferentes órganos y tejidos. Si el procedimiento se realiza de forma correcta, la persona que ha padecido un paro cardíaco puede retomar de nuevo la respiración y seguir con vida.
Hay muchas probabilidades que la reanimación cardiopulmonar o RCP funcionen y se reduzca las lesiones cerebrales. Pero se hace la salvedad que solo si hay una reanimación cardiopulmonar a tiempo sin importar que sea hecha por personal de salud o no.
Paso a paso para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar o RCP
Frente a un situación de emergencia, muchos son los que se animan a realizar una reanimación cardiopulmonar. Sin importar la preparación o la falta de ella, el RCP se realiza cuando hay reconocimiento de una persona que sufre un paro cardíaco.
Algunos son los que prefieren llamar al número de emergencia por falta de conocimiento del procedimiento. Pero otros se animan a responder y empezar la reanimación cardiopulmonar, pues conocen que el paciente corre riesgo al pasar más de diez minutos sin respirar.
El RCP es una técnica en la que se realizan compresiones torácicas externas con el fin de expulsar la sangre del corazón y que esta sea movilizada a los diferentes tejidos.
Las compresiones del RCP que se realizan a una velocidad superior a 80 por minutos , son perfectas para garantizar una perfusión a los tejidos.
¿Cuándo se realiza?
La reanimación cardiopulmonar se debe realizar cuando:
- La parada cardiorrespiratoria no sea consecuencia de una enfermedad terminal.
- No existan signos de muerte biológica rigidez, livideces. La parada no lleve más de diez minutos de evolución sin aplicar RCP básica.
- En determinadas circunstancias hipotermia, ahogamiento o intoxicación farmacológica.
Primer paso posición del paciente para el RCP
Lo primero que se hace es colocar al paciente en decúbito supino, sobre una superficie dura y con la cabeza, el tronco y las extremidades alineadas.
La persona que funge como reanimador se debe colocar los brazos extendidos de forma perpendicular sobre el centro de la caja torácica de la persona con el paro cardíaco. Debe colocar las manos en el punto elegido para realizar el RCP.
Para localizar el punto de la reanimación, el reanimador debe seguir con sus dedos el reborde costal del paciente hasta su unión con el esternón. Con el dedo medio en ese punto, se coloca el dedo índice a su lado.
Luego los dedos se apoya el talón de la otra mano sobre el esternón, sin variar la posición de la mano, deberás colocar el talón de la otra encima y entrelazar los dedos de ambas manos. Debes cuidar que siempre queden ubicadas en el tercio inferior del esternón, en la línea media.
Secuencias de 30 compresiones
Posteriormente, el reanimador debe colocar sus brazos extendidos perpendicularmente sobre el esternón del paciente. Luego debe presionar el esternón hasta descenderlo aproximadamente 4-5 centímetros.
El reanimador deja de presionar permitiendo que el tórax se eleve sin perder contacto con el área del RCP, repitiéndose a una velocidad de al menos 80 compresiones por minuto.
El pecho debe comprimirse y descomprimirse por lo menos 100 veces por minuto, realizando secuencias de 30 compresiones y dos ventilaciones. Si es posible, varios reanimadores deberían turnarse cada dos minutos.
Reanimación cardiopulmonar para niños
En cuanto a RCP en niños, mayormente se hace respiraciones ‘boca a boca’ y compresiones torácicas que es la reanimación cardiopulmonar. De manera que se restituya la respiración y la circulación.
Lo primero que debes hacer es comprobar si el niño responde o no. Arrodíllate a su lado, hable en voz alta, frote el pecho, presiona en el hombro y observe si abre los ojos. Verifica si emite algún sonido, respira o mueve los brazos.
Inicia las maniobras de reanimación cardiopulmonar, coloca al niño boca arriba sobre una superficie dura. Reanima al niño de acuerdo a las siguientes secuencias:
- 1- Abre la vía aérea. Realiza la maniobra frente-mentón, esto con una mano en la frente y otra en la barbilla, inclínele la cabeza ligeramente hacia atrás. Comprueba si respira, en caso de no respirar siga al paso 2.
- 2- Boca a boca. Dar 2 insuflaciones boca-boca en caso de niños 1 año en adelante o boca-boca/nariz en el caso de los bebés. Comprueba signos de vida. En caso de que no haya signos que no se mueva ni respire o presente palidez o comience a tener un color morado pase al paso 3.
- 3- Compresiones torácicas. Debes presionar fuerte y rápido en el centro del pecho para hundirlo, debe ser 4 cm en bebés y 5 cm en niños, con una frecuencia de 100-120/minuto.
Repite el ciclo de 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que el niño responda (se mueva o respire).
