Sánchez ve «evidente» que Cuba «no es una democracia»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aseverado que «es evidente que Cuba no es una democracia», pero ha recalcado que debe ser la sociedad cubana, «sin injerencias», la que encuentre su camino hacia la libertad y la prosperidad. «Y la comunidad internacional deberá ayudar», ha dicho.

Esta afirmación cobra especial relevancia después de que la nueva portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, haya evitado en varias ocasiones asegurar si el régimen cubano es o no una dictadura en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Y también después de la oposición haya censurado la «tibieza» del Gobierno singularmente después de que su socio de Unidas Podemos, a través de la portavoz de En Comú, Aina Vidal, haya asegurado que Cuba «no es una dictadura».

Preguntado por este extremo en una entrevista en Telecinco, Sánchez ha querido dejar claro que «es evidente que Cuba no es una democracia», pero ha puntualizado, a renglón seguido, que la sociedad cuba es la que tiene que encontrar el camino y hacerlo «sin injerencias».

DEBEN PODER MANIFESTARSE LIBREMENTE

El jefe del Ejecutivo ha tachado de «muy duras» las imágenes que llegan de la represión policial contra las protestas y los periodistas. «Detener a una youtuber o a una periodista, en este caso de ABC, un periódico español, me parece improcedente», ha denunciado Sánchez, para añadir que el Ministerio de Asuntos Exteriores ya ha solicitado su «pronta liberación».

El presidente ha defendido la necesidad de pedir que los cubanos «se puedan manifestar libremente» y de que se aceleren todas las reformas necesarias que permitan la prosperidad de este país centroamericano.

Sánchez sostiene que hay «múltiples factores» que están detrás de las manifestaciones en Cuba, entre las que ha citado la caída del turismo por la pandemia que, según ha señalado, está teniendo «efectos devastadores» en la economía y la sociedad del país.

Frente a esto, el presidente ha apostado por ser «extraordinariamente solidarios» y acelerar la donación de vacunas a lo países de Latinoamérica, región donde se acumula el 30% de los fallecidos por coronavirus en el mundo.

EL «PULSO» DE MARRUECOS

También se le ha preguntado a Sánchez sobre si el cese de la hasta hace poco ministra de Exteriores Arancha González Laya responde a su deseo de normalizar las relaciones con Marruecos. A este respecto, el presidente ha indicado que Laya «siempre» ha querido tener «las mejores relaciones con un país «amigo» como Marruecos que, según ha recordado, es un socio «prioritario» para España.

Interrogado sobre si cree que el pulso del vecino del sur a España ha sido demasiado fuerte, a tenor de la crisis migratoria vivida el pasado mes de junio, Sánchez ha dado a entender que el pulso no sólo ha sido a España sino al proyecto europeo que, según ha apuntado, «ha mirado con mucha simpatía» a Marruecos.