El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha afirmado este lunes que la llama de Miguel Ángel Blanco sigue viva y ha culpado al Gobierno de «arrebatar» la dignidad a las víctimas de ETA al pactar con Bildu.
Así lo ha sostenido Casado en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, en el 24º aniversario de su asesinato, en el que también ha participado la hermana del concejal asesinado por ETA y presidenta de la fundación, Mari Mar Blanco; junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid y portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, entre otros.
El acto, que ha tenido lugar en los jardines que llevan el nombre de Miguel Ángel Blanco, en el distrito de Chamartín, ha contado con la clausura de Casado que ha recordado las palabras que sirven a la Fundación Víctimas del Terrorismo para homenajear a cuantos perdieron su vida y que son: Memoria, Justicia, Verdad y Dignidad.
«La memoria es que un país que se respete a sí mismo tiene que respetar a sus héroes», ha señalado Casado en referencia a la memoria. «Ningún niño español tiene que crecer sin saber lo que hizo ETA; un auténtico asesinato sistemático de colectivos«, ha añadido.
En relación con la justicia, Casado ha destacado que «hay más de 300 asesinatos sin esclarecer» y ha criticado que «se dan grados penitenciarios sin que los terroristas reconozcan sus crímenes». Asimismo, ha señalado que no se ha hecho justicia porque «se siguen celebrando homenajes a etarras»; así como ha denunciado el pacto «con los herederos de Batasuna a cambio del acercamiento de presos».
Además, el presidente del PP ha lamentado que a las víctimas del terrorismo se les hurte la dignidad en el momento en que el Gobierno de Sánchez «debe sus presupuestos y la Presidencia a Bildu y blanquean a Otegui».
«No podemos olvidar lo que ha pasado y que la causa última de las víctimas del terrorismo es la lucha por la libertad», por lo que ha reivindicado al PP también como víctima del terrorismo.
Por último, el dirigente popular ha valorado las informaciones «preocupantes» que llegan de Cuba y Venezuela y ha exigido al Gobierno de Sánchez que «dé la cara, porque la causa de la libertad hay que defenderla en todo el mundo».